Reforma migratoria: el legado de Obama en manos de la Corte
Decidirá sobre la deportación de indocumentados, protegidos por un decreto.
La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos dejará otra marca en el legado de Barack Obama al imponer su opinión en uno de los temas más candentes de la política de Estados Unidos: la inmigración.
El máximo tribunal aceptó una apelación del gobierno federal a una demanda presentada por 26 estados del país, liderados por Texas, en contra de un decreto del presidente que protegió de la deportación a unos cinco millones de inmigrantes indocumentados, al otorgarles una residencia temporal y permiso para trabajar.
Obama firmó el decreto a fines de 2014, ante la intransigencia de los republicanos en la Cámara de Representantes, que se negaron a discutir un proyecto de reforma migratoria que había sido aprobado por el Senado y que buscaba regularizar la situación migratoria de unos 11 millones de extranjeros.
El decreto del jefe de la Casa Blanca, que prometió una reforma migratoria en su campaña de 2008, ampliaba los beneficios que otorgó a los dreamers en 2012 a los padres de ciudadanos o residentes legales. El mandatario había firmado ese decreto presionado por legisladores demócratas, organizaciones hispanas y activistas a favor de los derechos de los inmigrantes. Obama recibió un nuevo sobrenombre que resumió esa presión: "deportador en jefe". Cada año, Estados Unidos deporta a más de 400.000 personas.
La medida, el mayor amparo otorgado a inmigrantes indocumentados desde la presidencia de Ronald Reagan, nunca se implementó: la demanda de los estados, casi todos gobernados por republicanos, logró que la justicia lo frenara.
Críticas opositoras
Los republicanos acusaron a Obama de avasallar los límites que la Constitución marca a sus facultades presidenciales. Algunos, incluso, llegaron a llamarlo "emperador Obama".
La Casa Blanca, que sostuvo siempre que el presidente actuó dentro de los límites que impone la ley, apeló, y ahora la decisión final está en manos de los nueve jueces de la Corte.
"Como millones de familias en este país, inmigrantes que quieren ser responsables, trabajar legalmente, pagar impuestos para contribuir a nuestra sociedad abiertamente y honestamente, estamos complacidos de que la Corte Suprema haya decidido revisar el caso de inmigración", afirmó una de las voceras de la Casa Blanca, Brandi Hoffine.
No será la primera disputa sensible que llega a lo más alto de la justicia en los últimos años. La Corte ya falló en dos ocasiones a favor de la reforma de salud de Obama, conocida como "Obamacare", y también torció la balanza a favor del matrimonio gay. Otro fallo del máximo tribunal, en 2010, dio rienda suelta a las donaciones de empresas y sindicatos a las campañas electorales, una decisión que amplió la influencia "del 1%" en el juego político del país.
El máximo tribunal está dividido. Cuatro jueces son conservadores, cuatro son progresistas, y un magistrado, Anthony Kennedy, ha sido quien en más ocasiones ha zanjado esa división al aportar el voto definitivo para uno de los dos grupos.
El caso se debatirá en los próximos meses. El fallo final podría llegar a fines de junio, justo cuando la campaña presidencial ingrese en la recta final, unas semanas antes de las convenciones partidarias que proclamarán a los candidatos de ambos partidos. La política migratoria será, al igual que en elecciones anteriores, uno de los grandes temas de la contienda por la Casa Blanca.
Un decreto clave para el migrante
Varios estados rechazaron con demandas legales un decreto que protegía a millones de indocumentados de las deportaciones
La medida, que implica el mayor paraguas legal para los extranjeros sin papeles desde la presidencia de Reagan, nunca se implementó por los amparos. (Fuente: La Nación).