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El petróleo obtenido mediante fracturamiento hidráulico representaba solo 2% en el país en 2000; este auge de producción es una de las causas clave del exceso de oferta y la caída en los precios.
El aumento del fracturamiento hidráulico, más comúnmente conocido como “fracking”, ha cambiado el panorama energético global.
Recientemente, alcanzó un nuevo hito: el fracking en Estados Unidos representa en la actualidad más de la mitad de toda la producción petrolera estadounidense, de acuerdo con la Administración de Información de Energía (EIA, por sus siglas en inglés).
Es una impresionante hazaña considerando que el fracking representaba menos del 2% de la producción petrolera de Estados Unidos en 2000.
La tecnología de fracturamiento hidráulico allanó el camino para perforar los enormes depósitos de esquisto de Estados Unidos. Ha alimentado un dramático auge de la producción de petróleo estadounidense.
En el año 2000, solo había 23,000 pozos de fracking bombeando alrededor de 102,000 barriles de petróleo al día. Ahora hay 300,000 pozos de fracking, lo cuales producen 4.3 millones de barriles por día.
El fracking “ha permitido a Estados Unidos aumentar su producción de petróleo más rápidamente que en cualquier momento de su historia”, dijo la EIA en su reciente informe.
La producción estadounidense casi se ha duplicado durante la última década y Estados Unidos solo es superado por Arabia Saudita y Rusia, a nivel mundial.
Ese incremento repentino del crudo estadounidense es una de las principales razones por las que existe una saturación de oferta mundial de petróleo que empeora cada vez más. El exceso de oferta provocó que los precios del petróleo alcanzaran su punto máximo a mediados de 2014 y que se derrumbaran hasta en un 75% desde entonces.
“Los precios están donde están porque el esquisto ha sido tan fenomenalmente exitoso. Ha cambiado el paradigma de la fijación de precios”, dijo Tamar Essner, director del equipo de energía de Nasdaq.
El fracking
consiste en disparar una mezcla principalmente de agua y arena a alta presión contra una formación rocosa hasta que se fractura. La arena llena la fractura, forzando el petróleo crudo fuera de la formación rocosa.
El fracking ha sido criticado por sus posibles consecuencias ambientales, incluyendo la contaminación del agua y los terremotos. Estas preocupaciones se resumen en un documental de HBO de 2010 llamado Gasland, que se enfocó en las comunidades afectadas por la fractura hidráulica de gas natural.
El petróleo de esquisto no es un descubrimiento nuevo. De hecho, existe desde hace más de 60 años. Lo que es nuevo es que la tecnología ha mejorado enormemente en los últimos años.
La innovación ha hecho que el fracking previamente costoso sea mucho más eficiente. Los altos precios del petróleo antes y después de la Gran Recesión atrajeron toneladas de dólares de inversión en este sector, fomentando una revolución tecnológica. Los inversores también estaban motivados por las extremadamente bajas tasas de interés para pedir préstamos baratos e invertir en esta tecnología.
La revolución del fracking llegó primero al sector del gas natural, y alimentó una ola de producción en campos de esquisto gigantes como el Barnett y el Marcellus a través de Texas, Nueva York, Pensilvania y Ohio. Sin embargo, un exceso de oferta se formó rápidamente en el gas natural, provocando que los precios colapsaran.
Luego, el fracking se extendió a los campos de petróleo de esquisto, encabezados por el Eagle Ford y el Permian Basin en Texas y a la formación Bakken en Dakota del Norte. Esto resultó ser un agente de cambio, ya que generó una tonelada de nueva oferta que era más barata de perforar que los proyectos en aguas profundas o incluso que las arenas petrolíferas de Canadá.
“La cantidad incremental de nueva oferta fue realmente subestimada. No creo que ningún miembro de la OPEP haya tomado en serio el esquisto hasta hace tal vez dos años”, dijo Essner.
La otra característica de agente de cambio del fracking de petróleo de esquisto es la rapidez de todo el proceso. Mientras que la producción en aguas profundas en lugares como el Golfo de México requiere de mucho tiempo de preparación, los pozos de esquisto pueden perforarse y comenzar a bombear petróleo con relativa rapidez.
La naturaleza de “ciclo rápido” del petróleo de esquisto es una de las razones por la que muchos creen que los días de petróleo a 100 dólares se han ido por ahora.
Últimamente, los perforadores de esquisto han reducido el bombeo y la producción petrolera estadounidense ha disminuido un poco en los últimos meses, debido a que los precios del petróleo cayeron tan bajo como a 25 dólares por barril.
Sin embargo, todos esperan que algunos de estos campos petroleros sean fácilmente reactivados de nuevo en el momento en que los precios del petróleo alcancen niveles en que sean rentables. Para algunos campos de petróleo de esquisto ese precio puede ser tan bajo como 40 dólares por barril.
“Eso pone un techo a cuán lejos y cuán rápido pueden subir los precios”, dijo Essner.