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El pasado viernes 15 de agosto las 19.25 se realizó con éxito en Pipinas, provincia de Buenos Aires, un nuevo ensayo de las pruebas del futuro cohete lanzador de satélites cien por ciento argentino denominado Tronador II. Este ensayo consistió en el lanzamiento del Vehículo Experimental – VEX 1 B, prototipo del Tronador II, que concretó la trayectoria programada volando durante 27 segundos y llegando a una altura máxima de 2.200 metros.
Argentina se convirtió en pionera en Sudamérica en desarrollo espacial y tecnológico, contando con un Plan Espacial sin precedentes en la historia nacional. El plan es ejecutado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), institución dependiente del Ministerio de Planificación Federal, y comprende, entre otras cuestiones, el diseño y ejecución de plataformas de lanzamiento, lanzadores satelitales –cohetes– y satélites de observación de la tierra con inversiones hasta 2015 por 6.500 millones de pesos, de las cuales ya se han ejecutado un 60%.
En el marco del Plan Espacial se gesta el proyecto Tronador II que consiste, fundamentalmente, en la creación de un cohete o lanzador satelital que servirá para transportar satélites con un peso de hasta 250 kilogramos y ponerlos en órbita. El proyecto es mucho más que la creación de dicho cohete transportador, es también la construcción de toda la infraestructura necesaria para ejecutar el lanzamiento de satélites cuyo objetivo sea obtener información de los suelos y del océano argentino para los distintos actores del proceso productivo de nuestro país.
Ensayos previos con “Vex”
Debido a la complejidad de todos los componentes que conforman el vehículo lanzador y su segmento de terreno asociado, se requiere practicar varios lanzamientos de vehículos experimentales llamados Vex, que son prototipos de lo que será el Tronador II. En este sentido, en marzo de 2014, se realizó desde el área de Punta Indio, la primera prueba de un vehículo Vex 1, denominado Vex 1A, utilizando hidracina como combustible y tetróxido de nitrógeno/ácido nítrico como oxidante, para probar en vuelo el sistema de navegación, guiado y control en un lanzamiento vertical, desde una plataforma de lanzamiento.
La prueba del Vex 1A fue exitosa en un 40% ya que no pudo completar su misión por las interferencias entre los desvíos propios de la condición inicial y la cinemática propia del vehículo con la plataforma de lanzamiento. Esta situación, común durante la etapa de pruebas, permitió incorporar las modificaciones necesarias para una segunda prueba, la cual abarca desde la incorporación de sensores absolutos para medir el ángulo en todo momento hasta la reubicación de la estación meteorológica para una altura más representativa.
Estos cambios permitieron llevar a cabo una nueva prueba experimental, Vex 1B, la cual fue exitosa en un 100%, permitiendo comprobar el sistema de propulsión, de navegación, guiado y control, totalmente desarrollados en el país.
De esta manera, el cohete Vex 1B fue el segundo de una serie de 3 a 6 cohetes experimentales a lanzar como prototipos para perfeccionar el Lanzador Satelital Tronador II. El Vex 1B tiene 14,5 metros de largo, equivalente a un edificio de 5 pisos, y un peso aproximado de 2,8 toneladas. Además puede alcanzar una velocidad máxima de 828 km/h, y junto al dispositivo Vex 1A, representaron una inversión de 54 millones de pesos.
La próxima etapa dentro de este programa, será el lanzamiento de cohetes Vex 5 que buscan demostrar el vuelo de un motor de primera etapa y un motor de última etapa del Tronador II, así como también ensayos del sistema de separación entre etapas y apertura de la Cofía. Este último se refiere a la apertura de la punta del cohete para la expulsión del satélite.
La ex fábrica Corcemar en Pipinas
Todos los ensayos se están haciendo desde la localidad de Pipinas. Asimismo, se planea utilizar las instalaciones de la ex fábrica de cementos Corcemar, que fue todo un símbolo en el desarrollo de Pipinas y principal motor económico durante más de medio siglo y que luego lo dejó sumido en la incertidumbre más absoluta al cerrar sus puertas en 2001 en medio de la crisis que vivía por entonces el país.
El sitio de la ex fábrica será utilizado como base de control de las pruebas de lanzamiento de los vehículos VEX y, además, se instalará un lugar de manufacturas de los elementos de los VEX y el Tronador donde se realizarán ensayos y pruebas sobre los vehículos completos. El mismo puede albergar a los grupos de trabajo de la CONAE y de la Universidad Nacional de la Plata, y de otros centros de investigación del país.
Tener este sitio en forma permanente para el proyecto Tronador II permitirá ir recuperándolo gradualmente y resguardar todo lo que se haga en él, para este u otros proyectos que pueda llevar a cabo la CONAE junto al Ministerio de Planificación Federal.
El lanzador satelital Tronador II podrá colocar en órbita satélites de hasta 250 kilogramos, y lo hará desde Puerto Belgrano, en el sur de la provincia de Buenos Aires, donde ya se está construyendo la Plataforma de Lanzamiento para este vehículo que será significativamente más grande que los cohetes exprimentales El proyecto Tronador II permitirá a la Argentina ser el único país en el hemisferio sur capaz de realizar un ciclo espacial completo, lo que implica no sólo el diseño y fabricación de satélites, sino también ensayos y lanzamientos de los mismos.
Sin embargo, es importante aclarar que dicho ciclo abarca el transporte de satélites cuyo fin es la observación de la Tierra. Así, los satélites de telecomunicaciones, como el satélite argentino ARSAT-1, que ya fue trasladado para ser lanzado desde la Guayana Francesa y ofrecerá un amplio rango de servicios de telecomunicaciones, por el momento, continuarán utilizando plataformas extranjeras.
El desarrollo del Tronador II, el más ambicioso de los proyectos espaciales que lleva adelante Argentina, representa la posibilidad de desarrollar tecnología de punta con valor estratégico para nuestro país. Asimismo, permitirá al país ahorrarse 600 millones de dólares que costaría, por ejemplo, alquilar un lanzador a Estados Unidos cada vez que se quisiera poner en órbita un satélite de observación.
Este avance insertará al país dentro del grupo de 11 países del mundo que cuentan con la tecnología apropiada para transportar satélites. Los mismos serán sumamente útiles para brindar información precisa compilada a través de la observación directa de la Tierra, para diferentes áreas como la agricultura, la pesca, hidrología, gestión de emergencias, planificación territorial y salud, entre otras.
Esto refleja el avance en el camino hacia un desarrollo tecnológico, enfocado en la recuperación de las capacidades nacionales en sectores estratégicos para el país, como el aeroespacial, mediante los Planes Satelitales y Espaciales impulsadas por el ex presidente Néstor Kirchner y continuadas por la presidenta Cristina Fernández.
En este sentido han trabajado la CONAE y la empresa estatal ARSAT, creada en 2006, ambas dependientes del Ministerio de Planificación Federal, y se destaca no sólo la creación de un lanzador propio, sino además la construcción del primer satélite argentino de telecomunicaciones ARSAT 1, que será puesto en órbita en octubre.