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Las renovables aportaron el 22 % de la electricidad el pasado ejercicio, un peso relativo equivalente al de las centrales de gas, pero inferior al de las de carbón, destacó la AIE en su informe sobre las tendencias del sector a medio plazo.
El incremento hasta 2020 vendrá esencialmente de nuevas centrales hidroeléctricas (37 %) y de instalaciones eólicas en tierra (31 %).
China representará el 40 % de las nuevas capacidades de producción de electricidad de origen renovable, y en ese país aportarán cerca del 45 % del incremento de la energía eléctrica.
En total, los países en desarrollo supondrán el 70 % de la progresión. Por su parte, en los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) aportarán el 80 % de la producción suplementaria hasta 2020.
La agencia -de la que forman parte la mayoría de los Estados de la OCDE- alertó sobre el impacto negativo que tiene la incertidumbre sobre las políticas de renovables en algunos mercados clave.
La directora ejecutiva, Maria van der Hoeven, reconoció que algunas de esas tecnologías ya no necesitan altos niveles de subvenciones, pero “teniendo en cuenta que son intensivas en capital, requieren un retorno razonable y predecible para los inversores”.
En China, el principal problema son algunas barreras no económicas, pero también la ausencia de una red eléctrica integrada y el elevado costo de la financiación. En la Unión Europea, la falta de perspectivas sobre las políticas para después de 2020 y la ausencia de una red paneuropea que facilite el transporte de la generación de las renovables, por naturaleza variables.
Las nuevas inversiones en estas energías fueron en 2013 de unos 250.000 millones de dólares, por debajo de los 280.000 millones de 2012.
Una caída que -dado que las capacidades instaladas progresaron- se explica por la disminución del coste unitario, en particular en la energía fotovoltaica y en la eólica terrestre.
Los autores del estudio calculan que el volumen de inversión se situará en unos 230.000 millones de dólares anuales hasta 2020.
La rebaja de los costes unitarios y las condiciones que se dan en algunos países los hacen más susceptibles de experimentar un fuerte desarrollo de las renovables.
La agencia cita el caso de Brasil con la energía eólica terrestre, gracias a los recursos naturales y a las condiciones de financiación; pero también el del norte de Chile con la energía solar, debido a los altos precios de la electricidad y a la fuerte irradiación que se da allí de forma natural.
La AIE indicó que la producción de biocarburantes aumentó el pasado año en casi un 7 % hasta totalizar 115.000 millones de litros, y supuso un 3,5 % de la demanda de carburantes para el transporte por carretera, una décima más que en 2012 (en 2007 era el 2 %).
fuente: efe