La oposición rechaza la "nueva SIDE" de Cristina Kirchner
En su discurso, la mandataria tomó distancia de los servicios de Inteligencia y dijo que modificarlos era una "deuda de la democracia". La diputada Patricia Bullrich cree que su objetivo es tener un director y subdirector kirchnerista durante los próximos 4 años.
Como respuesta a la muerte del fiscal Alberto Nisman y la denuncia que éste le realizó por supuesto "encubrimiento " a Irán en la causa AMIA, la presidenta, Cristina Kirchner, lanzó un proyecto de ley para modificar la ex SIDE y crear una nueva Agencia Federal de Inteligencia, que tendrá un director cada cuatro años.
Como si esto fuera poco, también dejó bajo la tutela de la Procuración General de la Nación, dirigida por Alejandra Gils Carbó, el sistema de escuchas telefónicas.
Todo esto, según indicó Presidenta en cadena nacional, se hace para "saldar una deuda de la democracia", ya que, según sus propias palabras, la secretaría de Inteligencia no se interviene desde el año 1983.
La oposición política y los analistas salieron a repudiar los dichos de la mandataria y cuestionar que se haya desligado totalmente del organismo.
El sociólogo, Marcos Novaro, fue uno de los especialistas que salió a vapulear dicha postura al decir que "todos sabemos que Néstor Kirchner desde que llegó a la presidencia tomó el control de los servicios, subió el presupuesto de la SIDE y de otros aparatos de inteligencia".
"Administró mucha información clasificada, reservada y en algunos casos ilegal sobre sus adversarios y aliados", disparó Novaro.
"Lo que nos está diciendo Cristina es que ella no tiene ningún pasado, que tiene todo el futuro por delante", agregó en diálogo con radio Mitre.
En esta misma línea, el politólogo, Rosendo Fraga, aclaró que "en democracia nunca fue la SIDE el problema que hoy se le está señalando y tras doce años de gobierno kirchnerista" y evaluó que por ello "el Gobierno debe hacer una autocrítica", porque "se ha puesto en evidencia una falencia muy importante en el manejo de la Seguridad y la Inteligencia".
Pero más allá de la polémica sobre si el oficialismo utilizó o no a su favor los servicios de Inteligencia, la oposición se mostró completamente en contra de la nueva Agencia y ya avisó que no votará el proyecto en el Congreso.
La primera en salir a repudiar el nuevo proyecto de ley fue la diputada, Patricia Bullrich, para quien el objetivo del cambio es que el próximo Gobierno tenga un director y un subdirector de inteligencia kirchnerista.
La dirigente opositora también puso bajo la lupa la decisión de traspasar el sistema de escuchas telefónicas a la oficina del Ministerio Público Fiscal.
Luego, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, dio una conferencia de prensa en la que se mostró crítico respecto al discurso que brindó la presidenta y opinó que el Gobierno actuó con "desprolijidades".
Seguido a ello, Macri rechazó el proyecto oficial decrear una nueva agencia de inteligencia, al sostener que la gestión de la presidenta Cristina Kirchner "no tiene autoridad en este tema" y admitió desconfianza.
"No nos sentimos cómodos (con la iniciativa), no confiamos. No tienen autoridad en este tema", lanzó Macri, y poco después añadió: "No va a cambiar con un cambio de nombre si la política sigue ejerciendo el poder de esta manera".
Luego, en la misma línea, continuó: "Tiene que ser un lugar donde se trabaje para protegernos. Van a cambiar si cambian los políticos y la forma de hacer política".
El funcionario porteño pidió tener una Secretaría de Inteligencia que transmita tranquilidad: "Saber que hay un grupo de expertos destinados a combatir el narcotráfico, el terrorismo internacional y la trata de personas", sostuvo.
Desde el radicalismo también salieron al cruce de los anuncios presidenciales.
En ese sentido, el senador y presidente del Comité Central de la UCR, Ernesto Sanz consideró necesaria una reforma en los servicios de inteligencia, pero rechazó que lo haga un Gobierno " a punto de terminar su mandato".
"No vamos a aceptar, que de forma unilateral y sin consenso, con el pretexto de una reforma necesaria trate de borrar el pasado", señaló Sanz, y agregó: "Una nueva Ley, SI. Pero tendrá que ser con un nuevo Gobierno. Tendrá que ser con un esclarecimiento previo de todo lo que ha ocurrido en los servicios secretos durante estos 12 años".
En tanto, otro referente del radicalismo y precandidato presidencial, Julio Cobos, pidió "no perder de vista la gravedad institucional generada por la muerte de un fiscal que denunció a la Presidente e iba a ir al Congreso". También rechazó el traspaso de las escuchas telefónicas a la órbita de Gils Carbó.
"Es inadmisible darle más poder a la Procuración que en lugar de promover una justicia independiente defiende una justicia militante", concluyó Cobos.
"No somos demonios"
Julio Schlosser, presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas de Argentina (DAIA) lamentó que Kirchner haya dicho en su discurso que la firma de ese Memorándum "despertó los demonios".
"Nosotros no somos los demonios. No es la primera vez que dice que el Memorándum despertó los demonios, por los que se opusieron", agregó Schlosser desde Mendoza (oeste), donde participó de un acto por el Día en Memoria de las víctimas del Holocausto.
Por primera vez desde que se estableció esta fecha mundial, la comunidad judía argentina no participa este martes del acto oficial de recordación del Holocausto en el ministerio de Relaciones Exteriores, a cargo del canciller Héctor Timerman, integrante de esa colectividad.
En cambio sí participarán de un acto organizado por el alcalde capitalino, Macri.
El senador socialista Rubén Giustiniani lamentó en tanto, que Kirchner "siga sin reconocer su error de haber firmado el Memorándum con Irán" el 27 de enero de 2013.
El fiscal apareció muerto el domingo de la semana pasada, horas antes de presentarse en el Congreso para explicar una acusación hecha pública cuatro días antes contra Kirchner y Timerman de encubrir a Irán en la causa por el atentado a la AMIA, por haber firmado el Memorándum. (Fuente: IProfesional).