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De las "17 empresas privadas que teníamos registradas trabajando hace algunos años, ahora prácticamente tres no más están en operación exitosa, (es decir) con utilidades", dijo el analista Héctor Córdova, de la Fundación Jubileo.
Otras tres ya están reportando pérdidas, agregó.
Córdova observó que la situación obliga al Estado a intervenir el sector.
La situación de las mineras estatales demuestra que "todavía existe sostenibilidad económica", si bien se prevé una baja de las utilidades al 31 de diciembre, según el presidente de la gubernamental Corporación Minera de Bolivia, Marcelino Quispe.
Las utilidades "no van a ser las mismas que en la gestión anterior, aproximadamente vamos a tener una caída de 50 por ciento", explicó Quispe a Sputnik Nóvosti.
Numerosos mineros temen que se produzcan despidos ante la situación.
"Nosotros no vamos a aceptar despidos de ninguna naturaleza, si bien hay que enfrentar esta baja cotización de los mineros; se tiene que buscar otras (estrategias) como la diversificación de la explotación de los minerales e incrementar la producción, hay que buscar un equilibrio", dijo el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana, Juan Carlos Trujillo.
Las empresas mineras más importantes que siguen activas son San Cristóbal, Pan American Silver, Illapa, Manquiri y Orvana Minerals, mientras firmas más pequeñas se sostienen por recientes convenios, adquisiciones o absorciones de compañías chinas.
La industria minera boliviana se reparte entre un sector privado, uno estatal y otro cooperativo, y constituye la segunda mayor fuente de ingresos después de los hidrocarburos.
La caída de las inversiones ha contribuido a reducir los ingresos por los bajos volúmenes exportados.
Otros problemas que afectan a la minería boliviana, y que la hacen más vulnerable a la crisis, se vinculan a disputas por tierras, escasa infraestructura, demandas de las comunidades locales, calidad de los datos geológicos, seguridad, disponibilidad de mano de obra y normativa laboral.
Fuente: mundo.sputniknews.com