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En un nuevo intento de poner fin al prolongado litigio por la deuda que abrió el default de 2001, la Argentina presentó una oferta de pago a los holdouts, los acreedores que rechazaron los canjes de títulos de 2005 y 2010, que contempla una quita de alrededor del 25% sobre el valor de sus reclamos.
Tras una semana de intensas negociaciones, el secretario de Finanzas, Luis Caputo, elevó la propuesta a los bonistas que obtuvieron sentencias firmes de la justicia de Estados Unidos por unos US$ 9000 millones. Si la oferta prospera y todos los acreedores aceptan, cobrarán aproximadamente 6500 millones de dólares.
La oferta tiene hasta ahora un final abierto. Por lo pronto, los fondos buitre que abrieron la puerta para la oferta con la histórica demanda "pari passu" presentada en el tribunal del juez Thomas Griesa, liderados Elliot Management, del magnate Paul Singer, no aceptaron la oferta.
"Este litigio ha continuado por casi 15 años desde el default original de la Argentina de 2001, y la propuesta de la Argentina es un avance histórico", proclamó en un comunicado Daniel Pollack, el mediador designado por Griesa para guiar las negociaciones.
El mensaje, el más entusiasta y optimista de Pollack desde que se sumó al litigio, antagónico al que emitió en julio de 2014, cuando las negociaciones fracasaron y la Argentina cayó en "default técnico", se deshizo en elogios al gobierno argentino.
Pollack dijo que las discusiones había sido "intensas, pero civilizadas", y que se había logrado un "enorme progreso". Ponderó el "coraje y la flexibilidad" del presidente Mauricio Macri y el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, con quienes habló por teléfono, para resolver un problema "de largo aliento que no crearon". Y dijo que Caputo y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, habían hecho "contribuciones incansables y significativas" en las reuniones, y que otros funcionarios habían trabajado "contra reloj" para facilitar las negociaciones, incluido el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
La propuesta a los bonistas está sujeta a dos condiciones: debe ser aprobada por el Congreso, que debe derogar la llamada "ley cerrojo", y Griesa tiene que levantar el mandato judicial que le impide a la Argentina realizar pagos a los bonistas que participaron de los canjes de 2005 y 2010.
Ésta fue la primera oferta formal que presentó la Argentina a todos los acreedores que han obtenido fallos favorables en el tribunal de Griesa. En 2014, el gobierno de Cristina Kirchner había ofrecido a los fondos buitre que impulsaron la demanda "pari passu" la misma oferta que hizo en el canje de deuda de 2010.
De los seis fondos más grandes con los que Caputo negoció esta semana, Montreux Partners y Dart Management ya aceptaron la oferta argentina, y otros cuatro, Elliot, dueña de NML Capital, Aurelius Capital -que negocia también en nombre de Olifant y Blue Angel-, Bracebridge Capital y Davidson Kempner, la rechazaron. Pollack se mostró esperanzado en que, con más negociaciones, las diferencias con esos fondos se resolverán, y dijo que todos los fondos estaban "trabajando constructivamente" con ese fin.
Al dejar las oficinas de Pollack, vestido informal, ya sin traje ni corbata, Caputo, visiblemente cansado, dijo a la prensa que estaba "contentísimo" por el "enorme avance" logrado esta semana.
"Es un trabajo de equipo. Nosotros simplemente somos los que venimos", definió, después de agradecer el respaldo de Macri, Alfonso Prat-Gay y Peña, y antes de subirse a una camioneta negra que lo llevó al aeropuerto.
No habría mejora
Caputo seguirá hablando con NML y el resto de los fondos más duros. La intención es "cerrar con todos" los acreedores, dijo, aunque descartó mejorar la propuesta.
"Ésta es la oferta, y estamos teniendo muy buena aceptación, no sólo dos de los fondos más difíciles, sino la mayoría de los me too", definió. No dio un porcentaje concreto de aceptación. Muchos acreedores aún tienen que dar una respuesta final.
Anthony Constantini, abogado del estudio Duane Morris, representante de bonistas individuales y de fondos que integran el universo de los me too con reclamos por más de mil millones de dólares, dijo que con sus clientes "aún no hay acuerdo". Constantini pasó "varias horas" en las oficinas de Pollack. Caputo, dijo, fue "muy amable y razonable, pero todavía no hay un acuerdo".
"Hay algunos clientes que no creen que la oferta haya sido lo suficientemente buena, y hay algunos clientes que tienen preguntas que no han sido respondidas aún", dijo a LA NACION Constantini.
Si la propuesta prospera, los holdouts cobrarán en efectivo, algo que no lograron los bonistas que canjearon sus bonos en 2005 y 2010. Para conseguir el dinero, el Gobierno planea emitir nuevos bonos.
Los acreedores podrán ahora elegir entre dos opciones. La "oferta base", disponible para todos los acreedores, implica un pago equivalente al 150% del capital original adeudado, el mismo acuerdo que Caputo cerró con los 50.000 bonistas italianos del grupo que encabeza Nicola Stock. La segunda alternativa, llamada "oferta pari passu", particular para los me too y los fondos contemplados dentro del mandato judicial de Griesa, tengan o no sentencia monetaria, conlleva una quita del 30% sobre el reclamo, ya sea sobre una sentencia o sobre el valor devengado del reclamo aún sin sentencia.
Caputo se fue con la promesa de regresar a Nueva York, aunque no anticipo cuándo lo haría. (Fuente: La Nación).