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"Massa es un forro", "Lorenzetti es un hijo de puta" y "Vidal va a terminar en trata de blancas". En muy pocas horas el ultrakirchnerismo furioso sumó tres frases polémicas a la campaña electoral. Sus portavoces fueron el ministro de Economía, Axel Kicillof, la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y el filósofo José Pablo Feinmann.
Pero no todos en el Frente para la Victoria tienen esas formas. Hay otros dirigentes que buscan diferenciarse y parecen más preparados para la nueva etapa política que comenzará en el país a partir del 10 de diciembre. Uno de ellos es el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, quien volvió a marcar distancia con las voces más resonantes del oficialismo.
"Afortunadamente hay otras voces que son más importantes e interesantes. Por ejemplo, ayer escuché al candidato a Presidente Daniel Scioli hablar en otra sintonía totalmente diferente. La Argentina ya expresó claramente que la gente no quiere ese tipo de enfrentamiento nunca más", aseguró Urtubey en declaraciones a radio Con Vos.
El mandatario provincial recordó que algunos de los dirigentes que ayer se ganaron un lugar en la portada de Infobae con su lista de improperios, ya se habían expresado de forma similar en otras ocasiones, incluso contra él, pese a ser parte del mismo partido.
"Yo no soy neutral. Estoy trabajando fuertemente para que gane Daniel Scioli. Pero creo que gane quien gane, hay una fase de la política argentina que tiene que ver con la violencia que va a quedar atrás", sintetizó.
El dirigente cree que ese fenómeno se explica en parte por un recambio generacional que se dará después de la asunción de autoridades, independientemente del partido al que pertenezcan. No obstante aclaró que en caso de que la oposición triunfe el 22 de noviembre, su gestión no será un obstáculo para coordinar políticas públicas comunes. "Es la nueva Argentina que se viene; es absurdo todo lo que hemos vivido hasta ahora y hay que dejar de hacerlo", completó.
Fuente: Infobae.com