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“Los Perejiles” es el nombre que los chicos eligieron para este catering de pizza para fiestas ubicado en San Isidro; un proyecto de pequeña empresa del que también forman parte dos profesionales del taller de salidas recreativas para personas con síndrome de Down “Sumando”, al que todos asisten.
“Los Perejiles se comenzó a gestar cuando les planteamos a las madres el problema del trabajo, porque los chicos estaban yendo a un colegio especial donde los forman (en oficios) supuestamente con salida laboral, pero luego queda todo ahí”, dijo Leandro López, profesor de educación física, psicomotricista y coordinador del proyecto junto a Kevin Degirmenci.
Y como, por otra parte, ellos vienen aprendiendo en el Taller Sumando a desenvolverse solos “tanto en la vida pública como dentro de su casa”, un emprendimiento laboral como “Los Perejiles” fue la manera que encontraron para seguir trabajando la autonomía al tiempo que apuntaban a otra necesidad de todos ellos: la de alcanzar una ocupación laboral real y sostenida en el tiempo.
“Nosotros trabajamos con el deseo de los chicos, es decir, qué tenían ganas de hacer, sin dejar de lado todo lo que es autonomía y haciendo hincapié en que tengan un laburo y se puedan desarrollar como personas”, agregó.
A cada evento para el que los contratan, los Perejiles llegan con su propio horno y utensilios; y las tareas ya distribuidas entre quienes oficiarán de cocineros o de mozos. En las fiestas en las que trabajan, se trata de no hacer ninguna alusión especial al proyecto si nadie pregunta, o concesiones en la disciplina que deben seguir los mozos porque “tratamos de normalizar” su participación desde ese lugar.
“Si vos contratás un servicio de catering, no estás atándole las zapatillas o dándole a un mozo permiso para que se siente en un sillón o abra la heladera: acá es lo mismo. Cuando llegan al evento, ellos tienen que ser mozos o cocineros”, dijo.
“Gracias a Dios, la gran mayoría de los eventos ellos no fueron el centro de atención”, agregó. Los elogios de los clientes en el perfil de Facebook de “Los Perejiles” no se hacen esperar.
A los tres chicos con síndrome de down con los que se inició el proyecto -Mauricio Roldán (22 años), Franco Noseda (19) y Leandro López Padros (24)-, luego se sumaría un cuarto, Mateo Kawaguchi (22), quien “se recibió hace muy poquito” de maestro pizzero en la escuela de la Asociación de Propietarios de Pizzerías y Casas de Empanadas (Appyce).
Completan el grupo Pablo Gómez (42), Tomy Noé y Sebastián Heincke; este último es el encargado de preparar pizzas y empanadas aptas para celíacos cuando los clientes lo solicitan.