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Daños ocasionados a cartelería proselitista, inmuebles de la institución y viviendas particulares en el contexto electoral.
Todo comenzó hace poco más de dos semanas con la toma forzada de la Sede sindical de Pico Truncado, Santa Cruz, ciudad donde Rubén Collier es vecino y junto a otros oscuros personajes que vaciaron informativamente al Afiliado, utilizaban a discreción como si se tratara de un salón de su propiedad, donde la juerga y las reuniones de ‘rosca’ gremial jugaban su parte al unísono, cerrándole las puertas de tamaña obra a sus verdaderos destinatarios.
Pero no se quedó allí la cosa: unos pocos días después, y cuando los integrantes de la Comisión Directiva vigente encabezados por Llugdar tomaron posesión del lugar, al que encontraron con serios destrozos en sus instalaciones, aberturas violentadas, y un estado de abandono preocupante que incluyó roturas de cámaras del control de monitoreo, llegó el segundo intento golpista de sus huestes, a unos pocos kilómetros de distancia.
La Sede Las Heras encontró sus instalaciones vejadas por el accionar de sujetos que amparados en el anonimato pero visiblemente encolumnados en la magra propuesta de la Lista Celeste que encarna Collier, arrasaron cobardemente con cuanto elemento hubiera a su paso, rompiendo las instalaciones que tanto tiempo, esfuerzo y sacrificio han costado al Trabajador Petrolero Jerárquico.
No es casualidad que esto se haya producido en épocas preeleccionarias, puesto que uno de los tantos elementos sustraídos en esa ocasión, fueron computadoras donde constaban los padrones de Afiliados, información que de todas maneras tiene su debido respaldo en copias que conserva el Sindicato.
Más cerca en el tiempo, este último fin de semana, hubo más amedrentamiento a los integrantes de la actual conducción, apelando a lo más bajo de la condición humana: amenazar a la familia de los integrantes de la Lista Celeste y Blanca para que éstos se bajen de la carrera electoral, porque no le dan los números.
El corolario de esa intimidación, fue otro daño a nuestras instalaciones, esta vez en la Sede Caleta Olivia, donde se atentó contra el frente vidriado de la Casa Jerárquica de la ciudad del Gorosito, rompiendo parte de esa fachada tan distintiva del edificio más elegante de todo el flanco norte santacruceño.
Evidentemente, esto trasunta en una total pérdida de criterio por parte de quienes comandan la campaña de Collier y, llevados por su desmedida ambición, no han reparado en lo básico y fundamental que resulta lo sagrado del cuidado de la familia, llegando a un extremo de presión innecesario, al cual desde el lado de Llugdar ya avisaron que no cederán, y por el que no se dejarán doblegar bajo ningún concepto.
En las redes sociales, ha sido notable el repudio de los Afiliados y la gente en general detallando lo inaceptable de la utilización de estas prácticas, pues las instalaciones son del propio Trabajador y se está destruyendo sin miramientos algo que es de todos.
Pero no solo al patrimonio del Sindicato se le ha faltado el respeto. Los vecinos también sufrieron su parte, como en el caso de Río Gallegos un poblador que debió salir a pintar la pared exterior de su vivienda porque inadaptados sociales disfrazados de Trabajadores, pintaron el nombre del ‘señor’ del sombrero a un costado de su casa, sin mayores contemplaciones y obviamente sin su permiso y consentimiento.
La frutilla de este agrio postre la ofreció un reiterado daño a la cartelería de campaña de Llugdar en la rotonda de Ruta 3 y 26, que termina de confirmar desde donde proviene la agresión, con alusiones pintadas y otros ataques hacia la imagen que simplemente anuncia la continuidad de un proyecto de gestión.