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Al inicio de la semana, tras adelantar que había “resuelto el misterio de Marte”, la NASA divulgó las “pruebas más sólidas halladas hasta ahora” sobre la existencia del líquido en el planeta rojo.
Con un espectómetro instalado en la sonda MRO, los científicos detectaron signos de minerales hidratados en montañas marcianas en las cuales se perciben rayas misteriosas.
Esas rayas, que aparecen por temporadas en la superficie marciana, corresponden a agua salobre que fluye por las laderas de los montes marcianos y su color se oscurece en las estaciones cálidas, al tiempo que palidece cuando baja la temperatura, de acuerdo con los autores del estudio conocido recientemente.
Días después, la sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea, tras meses de estudiar el 67P/Churiumov-Guerasimenko, señala que hace unos mil millones de años, en, dos núcleos cometarios chocaron y se fusionaron para formar el cometa que la aloja desde finales de 2014, según Matteo Massironi, de la Universidad de Padua.
CASI INVISIBLE
En tanto, estudiosos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley y de la Universidad de California (UC) mostraron la capacidad humana de crear nuevos productos que hace unos años solo existían en la películas.
Las capas de invisibilidad, elemento básico de la ciencia ficción, caminan hacia una pronta realidad, tras la creación de una capa microscópica ultrafina de invisisibilidad que puede adaptarse a la forma de un objeto y ocultarlo de la detección con luz visible.
Por medio de bloques de nanoantenas de oro, los investigadores de Berkeley diseñaron un “manto para la piel” de 80 nanómetros de espesor, que se envuelve alrededor de un objeto tridimensional, sobre una superficie del tamaño de unas cuantas células biológicas, y arbitrariamente se amolda a una superficie desigual.
ORIGEN
La superficie de la capa se diseñó para desviar las ondas de luz reflejadas, de manera que el objeto se vuelve invisible para la detección óptica cuando se activa la capa.
La capacidad de manipular las interacciones entre la luz y los metamateriales ofrece perspectivas de futuro para tecnologías, tales como microscopios ópticos de alta resolución y equipos ópticos ultrarrápidos.
Un manto de invisibilidad en la escala microscópica podría resultar útil para ocultar el diseño detallado de los componentes microelectrónicos o con fines de cifrado de seguridad.
Internet de las cosas
Realidad virtual
Mover un robot con ondas cerebrales, “sumergirse” en una lluvia de meteoritos e interactuar con un muñeco de nieve manejado a control remoto, son algunas de las actividades que asombraron a los asistentes a un congreso sobre innovación tecnológica celebrado, recientemente, en Buenos Aires.
Lo último en innovación de robótica y tecnología aplicada, dejó boquiabiertas a las casi 600 personas que acudieron a la décimo tercera edición del Congreso Internacional en Innovación Tecnológica e Informática (CIITI), cita que tendrá su segundo capítulo en Rosario, Argentina, el próximo 5 de noviembre.
El decano de la Facultad de Tecnología Informática de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) y organizador de la cita, Marcelo De Vincenzi, explicó que el foco de esta edición es “Internet de las cosas”.
“Las cosas empiezan a cobrar vida, la tecnología empieza a trabajar para nosotros, porque comienza a responder a nuestro lenguaje natural”, señaló.
Neurocirugía
Cráneo plástico
En el campo de la medicina, la tecnología permitió a un grupo de cirujanos holandeses, en marzo, hallar un nuevo uso para las prótesis creadas por medio de impresión 3D y remplazar el cráneo de una mujer.
La intervención benefició a una joven de 22 años, que sufría de una enfermedad que hacía que su cráneo aumentara de forma progresiva su grosor, incrementando la presión del cerebro.
Esto le ocasionaba no solo fuertes dolores de cabeza y problemas de visión, sino que con el paso del tiempo podía llegar a causar deformaciones en su rostro o incluso, su deceso.
Para solucionar este problema, el equipo de neurocirujanos en el Hospital Universitario de Utrecht (Holanda) diseñó un cráneo por medio de resonancias magnéticas, que fue posteriormente impreso con tecnología 3D. La prótesis fue implantada exitosamente luego de 23 horas de operación.
Tres meses después, se conoció que la paciente seguía sin presentar problemas en su recuperación.
Fuente: s21.com.gt