|
En los últimos años la utilización de lámparas led en los hogares argentinos ha registrado un aumento significativo, debido a que consumen menos energía que otros sistemas tradicionales como las luminarias incandescentes o halógenas. Para avanzar hacia la fabricación nacional de esta tecnología, profesionales del INTI y de la Universidad Nacional del Sur desarrollaron un driver —también conocido como controlador o fuente de alimentación—.
“La importancia de este desarrollo radica en que los leds trabajan con corriente continua, mientras que la energía de la red domiciliaria es alterna. Por eso, es necesario utilizar un driver para transformar la tensión alterna a continua y manejar la corriente de la luminaria led. Además, este circuito puede agregar funciones, como el control de la intensidad y el color de la luz”, precisa Martín Di Federico, uno de los coordinadores de la sede de Bahía Blanca del Centro INTI-Micro y Nanoelectrónica.
Para que una lámpara led funcione correctamente, la tensión y la corriente deben ser las adecuadas. El driver es un chip que se coloca entre los dos pines del foco, toma la señal de la red nacional —220 voltios a 50 hertz— y la condiciona de forma tal que pueda ser utilizada por la luminaria, para su correcto funcionamiento.
El proyecto, financiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, a través del Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC), se encuentra en etapa de prototipo para su posterior transferencia al sector privado. Actualmente la fabricación se realiza en instalaciones de la empresa alemana XFAB.
Un área en expansión
Se trata de un avance en un campo en el que la industria nacional cuenta con muy poco recorrido. Al respecto, Di Federico explica: “Es un segmento muy maduro en distintas partes del mundo, existe desde los años sesenta. Hay un puñado de países muy fuertes en el sector: algunos en Europa, Japón, China, Taiwán y Estados Unidos, principalmente. Pero en Argentina cuesta incorporar microelectrónica, si bien comenzó hace más de una década. Hay dos empresas extranjeras instaladas, que aprovechan la alta formación de los recursos humanos locales para el diseño”.
“En la Argentina no hay fábricas de chips, pero sí hay profesionales capacitados para diseñar circuitos electrónicos integrados. En este sentido, cabe destacar que en la industria el diseño representa dos tercios del costo de un circuito”, subrayan los ingenieros Esteban Lindstrom, Alfredo Falcón y Leandro Tozzi, que formaron parte del equipo de trabajo del INTI.
Asimismo, en la sede central del INTI, se busca complementar la tarea llevada adelante en Bahía Blanca, a fin de “ponerle inteligencia a la luz, vía circuitos digitales”, según afirman. Para tal fin, se incorporó el protocolo Dalí, un estándar mundial de la industria luminotécnica, que permite controlar y agregar funciones inteligentes a la luminaria.
La sede bahiense, que se conformó en 2013 al igual que el Centro de Micro y Nanoelectrónica del Bicentenario (CMNB), cuenta con dos grandes áreas: una dedicada a circuitos analógicos, y otra, a circuitos digitales. En relación a ello, Di Federico expresa: “Mucha gente tiene la idea de que lo digital es lo nuevo y lo analógico, lo viejo. Y en realidad, lo analógico da mucho soporte para que lo digital funcione. Por eso contamos con dos grupos de trabajo”.
En el diseño del led driver, el grupo dedicado a lo analógico implementó el control y la etapa de potencia mientras que el área de diseño digital desarrolló el protocolo de comunicación para agregar funcionalidad e inteligencia a las lámparas.(Fuente INTI Comunicación – Agustín Vázquez).