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Separaron a cinco operarios de sus puestos e iniciaron una auditoría
La alerta ya provocó que la empresa apartara de sus puestos de trabajo a cinco operarios y comenzara a realizar una exhaustiva auditoría interna a fin de determinar responsabilidades.
La maniobra esta vez no sería de extracción en oleoductos pinchados para ese fin, sino que se trataría de un desvío del crudo a otros destinos sin registros, en camiones con guías truchas elaboradas para ocultar el robo.
En este sentido, varias empresas de transporte del sector se despegaron de las sospechas manifestando que sus camiones poseen un sistema de seguimiento satelital que les permite hacer un control en tiempo real, además de contar con las hojas de ruta.
“En 2012 ya hubo una investigación en Neuquén sobre la misma modalidad de robo que consistía en extraer de las baterías, que son grandes tanques que están dentro de los yacimientos, el crudo que luego se llevaban en camiones”, aseguró una fuente bajo reserva consultada.
En este caso, no hay certezas del destino final de lo robado, aunque se tienen sospechas de que podría haber terminado en Plaza Huincul, Mendoza o Bahía Blanca, donde existen refinerías.
Según trascendió, dado el tiempo que lleva la operación, se calcula que se podrían haber robado unos 10 mil metros cúbicos de crudo, cuyo valor al precio actual ascendería a unos 4,5 millones de dólares.
Desde la empresa damnificada se emitió un comunicado en el que se informa que “YPF inició una auditoría operativa en la Unidad Mendoza Sur. La compañía considera oportuno no realizar comentarios sobre un proceso que se encuentra en plena ejecución”.
La investigación interna sigue en marcha, sin que aún haya ninguna denuncia en el ámbito judicial.
Otro método
Desvío de camiones
Según trascendió, la modalidad de la operación no correspondería a la ya conocida pinchadura de oleoductos, sino a un desvío de camiones con el cargamento del yacimiento hacia otros destinos desconocidos.
Golpes reiterados a la industria
Operación oro negro
En mayo de este año cayó un neuquino que lideraba una banda que robó al menos un millón de litros de crudo de un oleoducto en Coronel Brandsen, provincia de Buenos Aires.
Alerta por baja presión
La empresa Oldeval denunció en diciembre de 2015 la extracción de combustible en Cervantes. Lo hacían a través de un caño que llevaba el petróleo a una cisterna enterrada de 120 mil litros.
Faltante de válvulas
En diciembre de 2014, una banda de operarios, en connivencia con una red de empleados infieles de Petrobras y Pluspetrol, se apoderó de válvulas y cañerías por unos 25 millones de pesos.
Fuente: http://www.lmneuquen.com/