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El “alquiler” de banquinas de los caminos fue autorizado en la Provincia en 1986, cuando se sancionó en la Legislatura una ley que habilitó a los municipios a dar permisos de uso a esos terrenos a favor de terceros para la siembra de cereales, oleaginosas, forrajes, granos varios, pasturas y toda otra explotación agrícola.
Luego, en 2008, el ex gobernador Daniel Scioli reglamentó la norma por decreto, lo que habilitó a los municipios a licitar lo que se calcula son 170.000 hectáreas lindantes con los caminos rurales. Los intendentes desde entonces pueden arrendar a particulares la porción de terreno que va desde la línea de los alambrados de los campos hasta una línea que respete dos metros desde el borde de las rutas.
Desde entonces, han sido varios los municipios que, con el aval de esa legislación, comenzaron a implementar mecanismos para sacar a licitación esos terrenos. Desde la Provincia no hay datos precisos sobre el número de comunas que hacen uso de este recurso. Es que si bien está contemplado que los municipios firmen un acta de convenio con la dirección de Vialidad, no siempre se cumplen estos pasos.
La norma le otorga prioridad al frentista que tiene su establecimiento puertas adentro de donde se encuentra cada banquina en cuestión, para que pueda realizar –si así lo desea- una extensión de su explotación agropecuaria.
Cabe Destacar que según la ley, de lo que el municipio recibe por ese concepto, 60% va al Consejo Escolar local; 20%, a entidades de bien público, y el otro 20%, al mantenimiento de la red vial.
Chacabuco
Con una deuda que asciende a más de 60 millones de pesos, las cuentas “en rojo” y dificultades para pagar sueldos que se agudizan mes a mes, el intendente de Chacabuco, Víctor Aiola, a partir del próximo mes, sacará a licitación buena parte de las banquinas de los caminos rurales que atraviesan el distrito para habilitar la explotación agrícola en esos terrenos ubicados entre la calzada y los alambrados de los campos privados.
“En el Concejo Deliberante se sancionó una ordenanza recientemente que nos habilita a salir a licitar la explotación de las banquinas, por lo que ya iniciamos el proceso”, explica Víctor Aiola, el intendente de Chacabuco. “Lo decidimos después de analizar distintas opciones para mejorar las cuentas del municipio, que recibimos con enormes dificultades financieras -agrega-. Tenemos una deuda heredada de las gestiones anteriores de unos 60 millones de pesos y dificultades enormes para pagar sueldos a una planta de empleados”.
Aiola dice que todavía no tienen el cálculo preciso de cuántas hectáreas se licitarán ni de qué ingresos esperan obtener con este recurso. “En el distrito hay unos 2 mil kilómetros de caminos rurales con banquinas anchas”, apunta.
En rigor, en Chacabuco los terrenos ubicados entre los caminos y los alambrados ya están siendo explotados, básicamente con la siembra de soja, por los productores dueños de los campos. “Lo están haciendo de forma irregular. Por eso ahora los convocamos para que regularicen la situación. De todas formas, van a tener prioridad si se quieren presentar a la licitación”, explica.
En caso de que la compulsa de ofertas quede desierta, la ordenanza habilita a los propios municipios a que se hagan cargo de la explotación.
Junin
Esta modalidad no es nueva en Junín, y representa un aporte más que importante, según palabras del secretario Legal y Técnico del gobierno de Pablo Petrecca, Adrián Feldman.
El funcionario explicó al diario local Democracia que “por ley la provincia de Buenos Aires permite a los municipios hacer un aprovechamiento del uso de las banquinas, con un llamado a licitación que se publica en los medios de mayor circulación y en el Boletín Oficial y que habilita a los interesados en sembrar esos terrenos a presentarse y realizar su oferta”.
“No manejo cifras que puedan dar una idea de qué proporción de dinero entra por esta actividad, pero tengo entendido que los dividendos son buenos”, expresó Feldman.
Vedia
En julio pasado, el municipio de Leandro N. Alem realizó la apertura de sobres con ofertas para el arrendamiento de banquinas linderas de la Ruta Provincial 50, para siembra de soja y colza. La superficie ofrecida, que abarca dos tramos de la ruta entre Vedia y Lincoln, y Vedia con Gral. Arenales, es de ciento sesenta y dos hectáreas, tuvo una oferta menor de parte de los productores, debido a que no todas son aptas para el cultivo.
En dicha oportunidad, la base mínima de oferta era de cinco quintales de soja por hectárea a precio de pizarra de la Bolsa de Comercio de Rosario, vigente a la fecha de apertura.
Cabe destacar que en el mencionado distrito, de la suma que se obtiene se distribuye en un 60%, para el Consejo Escolar del partido de Leandro N. Alem para la atención de los comedores escolares y otros gastos de funcionamiento. En tanto, un 20% es para las Asociaciones de Bomberos Voluntarios del distrito, y el restante 20% se deposita en la cuenta de gastos de mantenimiento de la red vial municipal.
Rojas
En un mismo sentido, en mayo, el municipio de Rojas llamó a licitación pública para la siembra de terrenos en los caminos rurales y rutas, entre las que destacan el viejo camino que comunica a Colón y la ruta 31, que va de Rojas a Salto.
Rechazo
Cabe destacar que esta práctica ha generado rechazo de algunos sectores. En Tandil especialistas de la Universidad alertaron acerca de que la expansión de la agricultura en la región pampeana deja escasas zonas con pastizales nativos. “Estos aún se encuentran en muchas vías y banquinas, conformando un área especial, con valor como hábitat y corredores de especies”, subrayaron.
Y alertan que las banquinas son refugios de artrópodos, insectos, aves y mamíferos, que aportan importantes servicios ecosistémicos a todo el contexto: forman materia orgánica, retienen el suelo y permiten una mayor infiltración del agua, polinizan y controlan plagas.