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La presencia de Temer en el Ejecutivo brasileño "dio vuelta la página a cuatro años de frías relaciones, las peores en la historia de los dos países desde la Guerra de la Triple Alianza en 1864-70", sostuvo el analista Oscar Gómez, un ingeniero constructor de hidroeléctricas.
"Ahora hay que sentarse a hablar en serio", enfatizó en referencia a un dilatado diferendo por el precio que Brasil le paga a Paraguay por usar su parte de la energía eléctrica.
El canciller Loizaga admitió que la visita de Temer "será una ocasión importante para reafirmar el nivel de relacionamiento que tenemos con Brasil. Itaipú no va a estar ajeno a las conversaciones desde luego", remarcó.
El ministro dijo que "es hora que comencemos a trabajar" aludiendo a temas que urgen en la agenda bilateral y que se congelaron durante el gobierno de Dilma Rousseff.
El presidente Horacio Cartes fue uno de los primeros jefes de Estado que reconoció a Temer tras considerar que la decisión de separar a la ex Presidenta "fue tomada por las instituciones democráticas brasileñas".
Los dos gobiernos deben acordar además detalles del llamado a licitación para construir dos grandes puentes internacionales, uno sobre el río Paraná, cerca de la triple frontera con Argentina y otro sobre el río Paraguay, que servirá de vía interoceánica entre el Atlántico y el Pacífico.
Las conversaciones girarán además sobre la seguridad fronteriza y el comercio bilateral así como el tema Mercosur y la crisis política que atraviesa uno de sus socios, Venezuela.
El distanciamiento entre los dos gobiernos parte del 2012 cuando Paraguay fue expulsado del Mercosur luego de la destitución del ex presidente izquierdista Fernando Lugo, por un juicio político en el Congreso de Paraguay.
Fuente: http://www.lainformacion.com/