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El Gobierno estadounidense aprobó el plan de exploración de Royal Dutch Shell para perforar en busca de petróleo en el Ártico por primera vez desde el 2012.
El Departamento del Interior aprobó condicionalmente el plan de Shell para buscar petróleo en el mar de Chukchifrente a las costas de Alaska. La compañía ya ha gastado unos 6.000 millones de dólares en exploración en el Ártico.
Se estima que el Ártico contiene un 20% del petróleo y gas natural no descubiertos en el mundo, pero su extracción podría estar a décadas.
Shell propone perforar hasta seis pozos en aguas a unos 40 metros de profundidad, usando dos barcos de perforación que pueden servir como pozos de relevo en caso de una emergencia.
"Hemos tomado un serio enfoque para considerar cuidadosamente la potencial exploración en el mar de Chukchi", dijo Abigail Ross Harper, directora de la Oficina de Administración de Energía Oceánica, en un comunicado.
Como parte de las condiciones para la aprobación, Shell debe obtener permisos del Gobierno federal y el estado de Alaska para comenzar a perforar este verano boreal. La compañía no ha realizado perforaciones en el Ártico desde la temporada 2012, cuando se vio obligada a evacuar su plataforma Kulluk, que eventualmente encalló.
Uno de los barcos de perforación que Shell planea usar este verano, el Noble Discoverer, también tuvo problemas en las duras aguas del Ártico en el 2012. En un momento debió ser remolcado a puerto tras registrar vibraciones en una de las hélices.
Protestas de ambientalistas
A varios grupos ambientalistas les preocupa la exploración en una región impoluta con poca capacidad para una respuesta de emergencia.
"Nuestro Gobierno se apuró a aprobar una exploración arriesgada y poco considerada en uno de los lugares más remotos e importantes en la Tierra", dijo Susan Murray, miembro de Oceana, una de las principales voces contra las perforaciones en el Ártico.
Incluso si Shell consigue todos los permisos que necesita, sus aspiraciones en el Ártico podrían enfrentar obstáculos más al sur. La semana pasada, la ciudad de Seattle dictaminó que sus puertos deben solicitar un permiso para permitir que Shell lo convierta en un centro de plataformas con destino al Ártico.
Fuente: Infobae.com