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Minutos después de las 9:30, el jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, emitió su voto en el barrio de Palermo. El líder del PRO demoró sólo 30 segundos, dobló su boleta electrónica y la introdujo en la urna ante la mirada de un nutrido grupo de curiosos.
Esta vez el sufragio tuvo un sabor especial: Macri dejará la gestión en la Capital Federal luego de 8 años en el poder. "Fue rarito lo de hoy porque terminan 8 años donde le puse mucha pasión; uno empieza a despedirse, fue un período muy especial en el que dediqué muchas horas junto a un gran equipo de trabajo", declaró.
A diferencia de otras veces, el líder del PRO no tuvo ningún inconveniente en la mesa. En las legislativas de 2013, un fiscal del Frente para la Victoria le negó el saludo. "Esta vez el chico no vino, estuvo en las Primarias, pero ahora le pedimos que no venga para evitar lío", admitió un representante del kirchnerismo que fue consultado por radio La Red.
Macri llegó a la mesa con una docena de facturas. "¡Qué amarrete!", le gritaron desde el fondo. Entre risas, el precandidato presidencial se defendió: "Hay cuatro autoridades en la mesa, son tres facturas por cabeza, ¿cómo me van a decir amarrete?".
El jefe del PRO almorzará con sus hijos y luego jugará al paddle. Está preocupado por un dolor en una pierna luego del partido de fútbol que jugó ayer con sus amigos. Por la noche se reunirá con los dirigentes de su partido en Costa Salguero.
"Quiero decirle a la gente que venga a votar sin miedo. El sistema es muy simple. Es un aporte a la transparencia y a la seguridad de nuestro voto. Yo lo hice sin problemas. Felicitaciones para todos", aseguró Macri antes de subirse a una camioneta. "¿Tenía que entrar Tevez ayer?", fue lo último que escuchó. Sonrió y no contestó.
Fuente: Infobae.com