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El precio del barril de “light sweet crude” (WTI) para entrega en agosto cayó apenas dos centavos a 50,89 dólares en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), terminando por tercera sesión consecutiva en su nivel de cierre más bajo desde inicios de abril.
Desde el comienzo de la semana, las cotizaciones del crudo bajaron aproximadamente dos dólares por barril, confirmando el repliegue iniciado a comienzos del mes tras un período de estabilización en torno a 60 dólares los meses anteriores.
En cambio, en Londres, el barril de Brent del mar del Norte para entrega en septiembre, en su primer día como contrato de referencia, subió 18 centavos a 57,10 dólares en el Intercontinental Exchange (ICE).
“En primer lugar, la fortaleza del dólar pesó toda la semana”, destacó Carl Larry, de Frost & Sullivan.“Es una preocupación muy importante y eso mantiene bajo presión a los precios”.
Como los intercambios petroleros son negociados en dólares, la fuerza del billete verde -que se acentuó en los últimos días- los vuelve más costosos y por lo tanto menos atractivos para los inversores.
“En Estados Unidos, las cifras mejores de lo previsto sobre las nuevas construcciones de viviendas y sobre la inflación refuerzan la idea de que la Reserva Federal (Fed, banco central) subirá sus tasas antes de fin de año”, una perspectiva favorable al dólar, “mientras que el euro está frenado por la necesidad de un plan de ayuda para Grecia”, indicó Tim Evans, de Citi.
La fortaleza del dólar afecta a un mercado petrolero ya deprimido por la superabundancia mundial de oro negro y para el cual el acuerdo alcanzado a inicios de la semana entre Teherán y las grandes potencias es un mal augurio, porque abre la vía a una reanudación de las exportaciones de petróleo iraní.
“Seguimos atentos a lo que pasa en torno a Irán, en particular del lado de Arabia Saudita”, gran rival regional de la república islámica y también miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), indicó Larry.
En ese contexto, los inversores no encontraron alivio en el anuncio de una pequeña alza de la cantidad de pozos estadounidenses en actividad, según el cálculo del grupo privado Baker Hughes.
“La gente dice que veremos aumentar las cantidades de crudo en el mundo, aunque la producción baje en Estados Unidos, y que estos elementos se compensarán”, señaló Larry.
Fuente: Diariobae.com