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Al menos cuatro personas murieron y más de 16.000 filipinos se vieron obligados a abandonar sus hogares por la llegada del violento tifón "Koppu", que hoy sacudió el norte del país provocando inundaciones y corrimientos de tierra.
Dos de las víctimas murieron ahogadas en la provincia de Nueva Écija, informó el gobernador Aurelio Umali. La tercera falleció electrocutada en la provincia de Tarlac y la cuarta, a causa de un árbol arrancado por los fuertes vientos en Manila, señalaron fuentes oficiales.
El tifón se debilitó ligeramente tras tocar tierra en Casiguran, en la provincia de Aurora, situada unos 2015 kilómetros al norte de Manila.
El tráfico aéreo y marino ha sido cortado, dejando a miles de personas varadas en los aeropuertos. Las autoridades advirtieron del riesgo de mareas vivas de hasta tres metros, corrimientos de tierra e inundaciones.
Tanto en la provincia de Aurora, situada en la isla de Luzón, como en otras provincias del norte, la llegada del tifón provocó cortes eléctricos, señaló Alexander Pama, director de la agencia de prevención de catástrofes. "Algunos ríos se han desbordado y varias carreteras y puentes ya no son transitables debido a las inundaciones", añadió.
En varias de las provincias afectadas está previsto que los colegios cierren mañana. Según la agencia meteorológica PAGASA, el tifón avanza con unos vientos máximos de hasta 185 kilómetros por hora y las fuertes lluvias se prolongarán otros dos días. La alerta por tormentas ha sido ampliada a 28 provincias y la capital, Manila.
Filipinas sufre la llegada de unos 20 tifones al año, que a menudo provocan inundaciones y corrimientos de tierra. En noviembre de 2013, el tifón "Haiyan" causó la muerte a más de 6.300 personas y dejó sin hogar a unos cuatro millones de habitantes.
Fuente: Mdzol.com