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Los trabajadores de la Planta de Agua Pesada de Neuquén recibieron un compromiso de pago de parte del gobierno neuquino. Tal como anticipó este medio, se confirmó también el arribo de unos 120 millones de pesos de parte de Nación para sostener el funcionamiento de la planta.
Sin embargo, aunque la situación de corto plazo parece encaminada, hay dudas ahoras sobre qué pasará con Atucha III, el mercado por excelencia para el producto de la planta.
Y las dudas no pasan tanto por su construcción, algo que el gobierno nacional ya confirmó aunque sin plazo definido, sino en la tecnología que se utilizará. Las centrales argentinas poseen una tecnología denominada Candu, que usa uranio natural y necesita aguada pesada. En cambio, en el mundo se extendió la utilización de uranio enriquecido, un tipo de generación algo más eficiente que no requiere de agua pesada.
"Hay gran preocupación porque también se está poniendo en debate la tecnología a usar. Este gobierno salió a decir que la utilización de uranio natural, que requiere del agua pesada, no es un tema saldado", observó el delegado de la PIAP Adrián Lizzi.
"Ambas tecnologías tienen sus pro y sus contras, pero el uranio natural en Argentina ha funcionado muy bien y se tiene el conocimiento para producir casi el 70% en el país. Comprar una central nuclear de uranio enriquecido sería hacerlo con llave en mano", explicó el trabajador.