El ojo biónico permitirá a pacientes con retinosis pigmentaria puedan recuperar parte de su visión
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No intenta parecerse al globo ocular en su forma, tamaño y movilidad. Su éxito radica en cumplir con la función primordial del ojo humano: ver. Lo conseguirá en blanco y negro y a grandes rasgos, "lo que no es poco para quien perdió por completo la visión durante su gestación", sostienen los responsables de difundir la nueva tecnología que en otros países se aplica desde 2006.
"El ojo biónico es un sofisticado sistema que se empezó a desarrollar hace 30 años y desde 2006 ya le cambió la vida a unas 200 personas de otros países que sufrían una patología congénita llamada retinosis pigmentaria. Dentro de muy poco también se hará en Argentina y con el tiempo servirá para otras cegueras", dijo a Télam Gustavo Fabián Casanova, médico oftalmólogo de La Clínica Privada de Ojos de Mar del Plata.
Por el momento, el ojo biónico permitirá la visión sólo a esas personas, que en Argentina representan entre 17 a 20 de cada 100.000 habitantes.
Se trata de una enfermedad que aparece durante la gestación por error en un gen, que hace que la persona nazca con visión pero la vaya perdiendo progresivamente.
"Por ese error genético, los elementos encargados de captar la luz y transmitir la señal al cerebro dejan de funcionar, afectando primero la capacidad periférica hasta causar la ceguera parcial o completa”, precisó Casanova, que viajó a Buenos Aires para presentar la nueva tecnología, que "hará que mucha gente decepcionada pueda hacer realidad un deseo archivado".
Este dispositivo, "por medio de corriente eléctrica transforma una imagen en estímulos que son transmitidos a la retina y de ella al cerebro, formando la imagen", un circuito que funciona a través de un anteojo "como de sol", que en su puente tiene colocada una cámara de video, explicó el especialista.
"La cámara capta la imagen y la envía a un traductor que está ubicado en la patilla del anteojo, que a su vez traduce la imagen en impulsos eléctricos hacia otro transmisor ubicado por medio de una cirugía a nivel del ojo. De ese receptor sale una lámina (cable-cinta) que se introduce en el ojo y se conecta con el chip cuyos electrodos se fijan en al retina", detalló.
Casanova añadió que esos electrodos "son los que van a transmitir el impulso eléctrico a las células de la retina y luego, por la vía óptica, al cerebro".
"Los pacientes con retinosis pigmentaria ven a lo sumo cuando la luz está prendida o apagada. Con el ojo biónico no recuperarán totalmente la visión: verán en blanco y negro -por contrastes-, y mejorarán notablemente su capacidad deambulatoria", sostuvo el experto.
Según los resultados obtenidos de la experiencia de los casi 200 pacientes que ya lo usan en otros países, estos disciernen cuando tienen una persona delante, aunque sin percibir sus facciones; pueden ver el cordón de la vereda, un auto y hasta discernir letras de gran tamaño.
“Con esta tecnología disponible en nuestro país, una vez que se difunda, mucha gente, que antes estaba desanimada y ya no concurría al médico, seguramente va a consultar”, afirmó Casanova.
El ojo biónico requiere de dos etapas: la cirugía para colocar los transmisores tanto al costado del ojo como en la retina, y la rehabilitación el entrenamiento para el uso correcto del anteojo.
"Los resultados son óptimos cuando el proceso se cumple en todos sus pasos correctamente. Un joven alemán que practica esquí fue filmado haciendo tiro al blanco con arco y flecha", contó.
La tecnología fue aprobada en Estados Unidos por la Administración de Alimentos y Drogas (FDA, según sus siglas en inglés) y se aplicará en Argentina, donde también está a punto de ser admitido por la Anmat.
El ojo biónico tiene un costo de 160.000 dólares pero una vez que se apruebe en el país "trataremos que el sistema de salud lo incorpore para que sea accesible", dijo el médico.
Su desarrollador, la empresa Second Sight, lleva alrededor de 30 años trabajando en el dispositivo que en 2013 concluyó un estudio piloto de implantes hechos en Europa con casi 30 pacientes ciegos por retinitis pigmentaria.