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Finalmente, el estado nacional se hará cargo del manejo de la empresa Ferrobaires, según anunciaron fuentes oficiales. Dos representantes del Ministerio de Transporte de la Nación y dos del de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia conformarán la Unidad Operativa de Traspaso (UOT), que tendrá un plazo de 180 días para diseñar el plan de traspaso de la empresa de transporte.
El accidente de Rawson que ocurrió hace dos semanas con un tren que viajaba de Junín a Retiro y que dejó 20 heridos, fue un desencadenante para que se destrabara el preacuerdo y se apure el traspaso. A partir del accidente se suspendieron todos los servicios de Ferrobaires.
Al déficit que genera la empresa se le suma el deplorable estado de los rodados y la poca inversión en infraestructura. Desde el Ministerio que conduce Guillermo Dietrich se resistieron a hacerse cargo de la empresa que se reformulará con este traspaso, lo que genera preocupación entre sus trabajadores.
Según la norma de 2007, la Unidad de Transferencia deberá revisar durante tres meses “inventarios, estados patrimoniales, programas de mantenimiento, relevamiento de personal y toda acción que resulte conducente” a la recuperación por parte del gobierno nacional de la infraestructura, material rodante y servicios provincializados. En paralelo debía conformarse una Unidad de Gestión Operativa, de responsabilidad compartida, para operar los servicios durante el proceso, aunque en todo caso el marco normativo del decreto de Solá quedó caduco con las leyes de Reordenamiento Ferroviario (2008) y de Ferrocarriles Argentinos (2015).
La ley de Ferrocarriles Argentinos aprobada el año pasado obliga al Estado nacional a recuperar los servicios concesionados a las provincias en la década del 90. Ferrobaires es, junto a Tren Patagónico, la única sobreviviente de aquel esquema de provincialización que el gobierno actual intenta resucitar para el Chaco y Neuquén.
Si el gobierno nacional cumple con lo firmado con la Provincia de Buenos Aires en 2007, figura allí el compromiso de no suprimir ninguno de los ramales incluidos en la concesión de Ferrobaires, ampliar los servicios existentes y determinar un plan de inversiones durante el proceso de transferencia.
Los servicios transferidos formalmente a Ferrobaires entre 1992 y 1993, aunque algunos se encuentran cancelados desde hace años, son (recuerda el portal mencionado) los corredores de Constitución a Mar del Plata, Miramar, General Madariaga (Pinamar), Bahía Blanca, Bariloche (sic), Quequén y Bolívar; de Once a Toay, General Pico, Lincoln, Villegas y Darragueira; de Retiro San Marín a Alberdi y Junín; y de Federico Lacroze a Rojas.