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La ciencia local puede ponerle un freno a las superbacterias
Detectaron "el talón de Aquiles" del mecanismo que les permite volverse invencibles frente a los antibióticos y replicar esa resistencia a otras bacterias. Estos microorganismos multirresistentes, conocidos como superbacterias, son responsables de millones de infecciones y miles de muertes al año en todo el mundo. Gracias a este hallazgo de los investigadores locales podrán encontrarse nuevos y mejores tratamientos, o, lo que no es poco en estos casos, actuar a tiempo.
El logro permitirá detectar en personas enfermas la presencia de una enzima, denominada NDM, en las bacterias _que es la que las torna tan poderosas_ con una prueba de muy bajo costo. La confirmación habilitará a los médicos a actuar rápidamente con el antibiótico adecuado. En Estados Unidos al menos 2 millones de personas cada año se infectan con estas superbacterias y miles de ellas mueren. En la Argentina ya se detectaron 163 casos pero hay muchos más. Las expectativas indican que si no se les pone un freno, la humanidad estará en riesgo en las próximas décadas.
La investigación, que lleva la firma del laboratorio del Instituto de Biología Molecular de Rosario (IBR-Conicet-UNR), a cargo del científico Alejandro Vila y su equipo, logró describir en detalle cómo hacen estas bacterias para repeler la acción de los antibióticos y de la respuesta inmune del organismo, y además de esto proteger a las bacterias cercanas que si son sensibles a los fármacos.
La enzima que destruye a los antibióticos se llama NDM (ya que se detectó un caso testigo en Nueva Delhi en 2008).
Los integrantes del IBR que encararon este estudio internacional descubrieron que la NDM está anclada a la membrana de la pared celular y desde allí envía vesículas de grasa (como bolitas que transportan NDM) al exterior de la célula. Eso es lo que las ayuda a frenar la acción de los medicamentos, pero demás, el contacto de esas bolitas con otras bacterias las convierte también en resistentes a los antibióticos multiplicando su efecto.
"Esto es terrible porque estas bolitas de grasa se suman a las bacterias destruyendo el antiobiótico en sangre y pulmones", resalta Vila en diálogo con La Capital para advertir: "La buena noticia es que hay un compuesto químico (globomicina) que sirve para evitar que la NDM sea expulsada en las vesículas. Es decir que no podemos evitar la resistencia a los antibióticos pero sí que se disemine a nuevas bacterias y así evitar la multiplicación".
Esto tiene un impacto muy positivo en la salud de la población. Por eso, el IBR realizó una acción conjunta con el Hospital Malbrán de Capital Federal para confirmar la experiencia de laboratorio en bacterias aisladas de pacientes contagiados con NDM. "La detección temprana puede corregir la terapia y en vez de un determinado tratamiento se puede focalizar en una familia de antibióticos. Un diagnóstico precoz salva vidas", remarcó Vila.
Con este descubrimiento mundial se da un paso crucial de cara al desarrollo de nuevos antibióticos para frenar la diseminación de las superbacterias, que podrían ser derivaciones de la globomicina.
El hallazgo ya está publicado en la prestigiosa revista Nature Chemical Biology (está disponible on line) y el paper fue elegido como uno de los 10 más importantes de 2016 en el Congreso de Microbiología Mundial celebrado semanas atrás en Boston (Estados Unidos).
"Se trata del descubrimiento más importante de mi carrera científica", indicó Vila, quien trabajó este desarrollo junto a Lisandro González (investigador del Conicet) y Guillermo Bahr (quien realiza su tesis doctoral en el IBR).
A partir de su descubrimiento hace un lustro el NDM se ha detectado ya en más de 80 países. En Argentina el primer brote fue en junio de 2013. Al día de hoy se han detectado 163 casos en todo el país.
En Capital Federal de cada 10 mil ingresos hospitalarios al Malbrán, hay 3 personas con infecciones bacterianas con cepas que expresan NDM.
Fuente: http://www.lacapital.com.ar/ Lucas Ameriso