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En un breve y emotivo discurso, el senador y ex presidente uruguayo, José Mujica, despidió entre lágrimas a su compañero de lucha, Eleuterio Fernández Huidobro: “Un poco quisiera tener el humor, dentro del drama, que tenía el Ñato, para soportar los enviones que plantea la existencia”, dijo Mujica.
Con unas pocas palabras en el cementerio del Buceo, donde el ex diputado, senador y ministro de Defensa Nacional recibió sepultura, Mujica dijo que con Huidobro y otros ex guerrilleros fueron “prisioneros de cuanta cosa puede existir, menos del odio”, publicó el portal uruguayo, Subrayado.
“Simplemente diré a nombre de los viejos compañeros, que pertenecemos a un tiempo que se va, que soñamos con un mundo en el que lo mío y lo tuyo no nos separara, y pusimos nuestra juventud, y seguramente nos equivocamos mucho, y hemos estado prisioneros de pasiones, de sueños de un mundo mejor, posible para los seres humanos, esperanzas, que pagamos con desalientos, y derrotas, siempre con una cuota de esperanza y humor para volvernos a levantar”, dijo Mujica.
Porque aprendimos en base a soledad que la lucha de la liberación es por los oprimidos, pero también por los opresores, por un mundo mucho mejor que el que nos ha tocado vivir”, agregó.
Por último, Mujica expresó: “Quisiera creer en Dios, en el más allá, para tal vez jugar un truco y organizar mejor el infierno y el paraíso, que algunos defectos debe tener, seguramente. Pero no pueden creer. Sé perfectamente que vas a vivir allí donde haya una causa de redimir, donde haya gente aplastada, olvidada, donde haya un sueño por el que vale la pena comprometer la vida para luchar. Vas a estar vivo y presente querido compañero, frente a todas las injusticias. Hasta siempre, hasta siempre compañero”, dijo entre lágrimas.