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BANGKOK.- Después de días varados en barcos a la deriva, unos 7000 migrantes atrapados en barcos en el golfo de Bengala y el mar de Andamán serán acogidos en tierra firme. Malasia e Indonesia acordaron hoy recibirlos, pero dejaron claro que su ayuda sería temporal, que no aceptarán a más refugiados y que necesitan de la colaboración de la comunidad internacional para reubicarlos o repatriarlos en el plazo de un año.
"Indonesia y Malasia hemos acordado seguir ofreciendo asistencia humanitaria a los 7000 inmigrantes irregulares que siguen en el mar", dijo el ministro de Asuntos Exteriores malasio, Anifah Aman, en una comparecencia junto a su homóloga indonesia, Retno Marsudi, después de una reunión en la que también estaba el canciller de Tailandia, quien no suscribió al acuerdo.
"Lo que hemos dicho claramente es que aceptaremos sólo a aquellas personas en alta mar", dijo Anifah Aman. "Pero bajo ninguna circunstancia podría esperarse que tomemos a cada uno de ellos si hubiera una llegada de un flujo de personas", agregó, con la intención de prevenir la llegada de nuevos inmigrantes.
"También hemos acordado ofrecer refugio temporal en el bien entendido de que el proceso de reubicación y repatriación habrá sido realizado en el plazo de un año por la comunidad internacional", añadió el canciller malasio.
Anifah indicó que no se ha decidido ninguna ubicación para dar refugio temporal a los inmigrantes bengalíes y birmanos e instó a la comunidad internacional a apoyar financieramente a los dos países para dar "asistencia humanitaria a los inmigrantes irregulares que se encuentran en peligro".
Hasta el momento, los buques de la Marina de Malasia, Indonesia y Tailandia estos tres países han rechazado sistemáticamente los barcos que llegaban con inmigrantes de Bangladesh y la comunidad rohingya de Birmania.
Funcionarios tailandeses dijeron que las autoridades examinarán a los inmigrantes en el mar y permitirán que los enfermos vayan a tierra para recibir tratamiento médico, pero el Gobierno no ha dicho si permitirá que otros desembarquen.
Tailandia llamó a una conferencia regional para tratar el asunto en Bangkok el 29 de mayo.
SIN TIEMPO PARA PERDER
El director de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Tailandia, Jeffrey Labovitz, celebró el acuerdo alcanzado en Putrajaya como una buena noticia, aunque añadió que no hay tiempo que perder para asistir a los inmigrantes.
Human Rights Watch también apuntó que lo más importante es ofrecer alimentos, medicinas y alojamiento a los miles de inmigrantes que continúan en barcos en alta mar y exhortó a la comunidad internacional a proveer la asistencia solicitada.
Unos 3000 inmigrantes indocumentados han desembarcado desde la semana pasada en Malasia e Indonesia pese a los intentos de la Marina de estos tres países por mantenerlos alejados de su litoral.
Gran parte de los inmigrantes son rohingya, una minoría musulmana que huye de la persecución que sufre en Birmania, país que no les reconoce la ciudadanía y del que zarpan muchos de los barcos que operan las redes de tráfico de personas.
La reunión de cancilleres se celebró un día después de que varias agencias de la ONU instaran a los gobiernos de los tres países a proteger a los refugiados atrapados en el mar, facilitar su desembarco y dar prioridad a la protección de vidas humanas.
Según estas organizaciones 88.000 personas se han embarcado desde 2014, incluidos 25.000 en el primer trimestre de este año, de los cuales unos dos mil habrían muerto por las malas condiciones del viaje y el maltrato sufrido a manos de los traficantes.
Fuente: Lanacion.com.ar