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-¿Por qué decís que Vaca Muerta es la maldición argentina?
Vaca Muerta puede ser la maldición petrolera argentina, depende cómo la explotemos. Pongo el ejemplo de otros países que apostaron todas sus fichas económicas y productivas al petróleo, y a la mayoría no le fue nada bien: salvo Noruega, el resto tiene graves problemas socioeconómicos y diferencias sociales. Si bien estamos hoy muy lejos de todo eso, porque Vaca Muerta está recién comenzando, y con la caída de los precios del petróleo está paralizada, lo que yo digo es que mucho cuidado porque si llegan los dólares que deberían venir, hay que tener mucha sensatez para repartir eso, porque si no, podemos ser como Dubai, o como Arabia Saudita, por eso el título, y no creo que ese sea el tipo de sociedad que queremos para nosotros.
-¿Vos hablás de que Noruega en determinado momento cuenta con el asesoramiento de un iraquí, que alertó al gobierno de ese país y le diseña un plan estratégico que derramó en una sociedad más equitativa?
En los años 70 Noruega se encuentra con su Vaca Muerta, descubre un gran yacimiento de petróleo y gas en el Mar del Norte, y no tenía ninguna experiencia petrolera. No era entonces el país que conocemos ahora, con este gran desarrollo y calidad de vida. Se preguntaron ¿qué hacemos? Y contrataron a un iraquí que sabía mucho de petróleo, y fue el gran asesor del modelo petrolero de Noruega, la única economía cien por cien socialista, que les dijo "vayan de a poco y ahorren mucho". Hoy por hoy Noruega es uno de los principales productores de gas y petróleo del mundo, su empresa es la gran referente mundial, hasta Miguel Galuccio la cita como el modelo a seguir, y hasta ahora es el único país que supo cómo invertir la renta petrolera extraordinaria.
-¿Por qué no pudieron Venezuela, Nigeria, Dubai?
Son casos distintos. Los de Venezuela y Nigeria son casos de corrupción y clientelismo político, tomar la renta petrolera y repartirlo entre muy pocos, entre los amigos. Y el caso de Dubai es una sociedad partida al medio, de gente extranjera muy rica, y los locales que trabajan para los extranjeros. Son dos ejemplos de cómo administrar mal el recurso que sería parecido al de Vaca Muerta, donde los estudios dicen que tenemos hasta 200 años de gas ahí abajo, pero está por verse, hay que sacarlo primero.
Se necesitará también un plan estratégico para captar la inversión necesaria para sacar ese gas.
Aparte, el gran motor hoy de Vaca Muerta es YPF, el 90 por ciento de los pozos los hizo YPF, pero necesitamos que vengan más empresas y, en consecuencia, más dólares de otras empresas. Hoy tenemos crisis energética, estamos importando gas, petróleo, combustible, y hasta electricidad en algunos momentos del año, pero necesitamos que vengan más empresas para que el sueño de Vaca Muerta se haga realidad.
Además, por el precio del petróleo se ve más difícil que lleguen esas inversiones.
Sí, hoy Vaca Muerta no es negocio. A los precios de hoy, no es negocio, para que sea rentable, el barril tiene que estar por encima de 80 dólares, y hoy está en 50 y pico. Si bien el Estado está subsidiando a las petroleras y les paga la diferencia, le está pagando 77 dólares el barril, la realidad es que los precios internacionales no está acompañando la explotación no convencional. Pero la apuesta es a largo plazo, y los petroleros dicen que dentro de 2 o 3 años va a subir, y estas decisiones se toman a 20 o 30 años.
-Tu situación es muy particular, porque vos sos accionista de YPF. ¿Cómo fue que tomaste esa decisión?
Cuando la Presidenta decidió expropiar el 51 por ciento de YPF, en abril de 2012, me parecía que para tener acceso a mejor información, tenía que estar adentro de las asambleas de los accionistas. Decidí, a través de mi banco, comprar 9 acciones, 1000 pesos, algo representativo, para ingresar a las asambleas como accionista individual, que soy todavía. Tomando el ejemplo del periodismo norteamericano, que le da gran importancia a la opinión del inversionista particular, fui muchas veces a las asambleas para ver cómo se vivía esta renacionalización desde adentro, viendo las reformas desde que ingresó Miguel Galluccio.
-¿Por qué tomó Cristina la decisión de expropiar de esa manera tan curiosa, echando a la empresa?
A pocos meses de lograr la reelección con el 54 por ciento de los votos, tomó la decisión, que fue muy respaldada por la población, pero por la forma en que lo hizo hacia afuera fue una señal poco amigable con los mercados financieros y con las empresas en general, en un momento que necesitaba dólares, porque ya empezaba el cepo cambiario. Para mejorar su imagen, le paga a Repsol una indemnización y arregló con el Club de París, lamentablemente no sirvió para que ingresen más divisas, que aún hoy sigue siendo un gran problema para la economía argentina. Fue una buena decisión, porque había que dar vuelta la página, incluso para ingresen otras compañías, que no iban a hacerlo si la Argentina no resolvía ese problema.
-¿Cuál es tu opinión de la gestión de YPF?
Hasta ahora fue bastante buena, pudo revertir la caída gravísima de producción de petróleo y gas, los números empiezan a dar positivo, la empresa gana dinero, pero como no tenemos acceso al mercado financiero internacional, la gran inversión que hace YPF sale de nuestros bolsillos. El Gobierno desde que maneja YPF aumentó la nafta un 200 por ciento. Antes, era muy difícil eso, hasta le hicieron un piquete a Shell porque una vez aumentó la nafta.
-¿Creés que la Argentina va a aprender de Noruega, tendrá la capacidad de hacer planes a largo plazo en un área tan importante como la energética?
No lo sé. No veo a la clase política actual madura para administrar todo ese dinero que podría llegar a entrar con Vaca Muerta. La experiencia de la renta de la soja de los últimos años no fue muy buena. La clase dirigente argentina tiene que hacer un cambio de cabeza y de administración muy importante. Si llega a entrar la plata que se necesitará para explotar Vaca Muerta, ingresarán a nuestro país más de 250 mil millones de dólares. Ojalá que aquellos a los que les toque administrar la bonanza de Vaca Muerta lo sepan hacer.
Fuente: Infobae.com