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Aunque ayer observó un repunte de 2,95%, a US$ 2,28 la libra, respecto del lunes, la tendencia del precio del metal rojo ha ido a la baja este 2015, presionando a la industria y las cuentas fiscales.
“Hoy, con estos precios, toda la industria minera chilena, la pequeña, la mediana y la gran minería, está muy estresada y muy preocupada”, dijo Alberto Salas, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC).
Como describe Salas, el sombrío escenario es transversal. Con los descensos de esta semana la gran minería comenzó a operar bajo el promedio de costos de producción, que es de US$ 2,3 por libra. Asimismo, el segmento de las pequeñas empresas trabaja en niveles inferiores al precio de sustentación, que es de US$ 2,90 la libra, con lo cual está activo el crédito con que el Estado subsidia a dichas compañías con un tope de 30 centavos de dólar por libra.
Así las cosas, se vislumbran riesgos para la industria en caso que persistan valores similares a los actuales. De ocurrir así, no se descarta que se produzcan cierres de faenas. “(Si el precio) comienza a consolidarse en US$ 2,3 la libra, entonces sí empezaría a ser preocupante la viabilidad de algunas faenas de la gran minería”, manifestó Joaquín Villarino, presidente ejecutivo del Consejo Minero.
Gustavo Lagos, académico de la Universidad Católica, planteó que, dados los altos costos que conlleva el cierre de una faena, es poco probable que eso dé en el segmento de las grandes compañías: “Tienen que pensarlo muy bien, tienen que ver qué pasa en el futuro. Creo que no es el momento para que cierren”.
En el nicho de las medianas podrían darse el fin de operaciones, advirtió Fernando Henríquez, académico de la Universidad de Santiago. “La pequeña minería, en general, ha paralizado sus operaciones, donde uno de los factores que propició esto fue que Enami, su mayor comprador, redujo sus compras casi a la mitad”, añadió.
Con todo, Lagos pone una nota de cautela al señalar que la economía china no se encuentra en una posición tan negativa como para que persista un escenario de baja de precios del cobre. “Creo que no se justifica el pánico”, declara, y agrega que la corrección vista en los últimos días en esa plaza se debe a un sinceramiento respecto al crecimiento futuro del gigante asiático y a especulación. “No hay mucho más allá de eso porque, la verdad, nadie se lo explica”, dijo.
Ingresos fiscales en estrés
Otro de los efectos más relevantes del bajo precio del cobre es que habrá menos ingresos fiscales. “La minera más afectada es Codelco, debido a que tiene los costos de producción más altos de la industria”, dijo Henríquez. “Está sufriendo una gran presión sobre sus utilidades, las que se han visto mermadas y esto, a su vez, generará que entregue menos recursos para el Estado”, añadió.
Por cada centavo de dólar que el precio del commodity baja en promedio al año, implica unos US$ 70 millones de menor recaudacación para el Fisco, señaló Alejandro Fernández, economista de Gemines Today. “Si suponemos que el precio del cobre este año promedia US$ 2,50 la libra y se compara con los US$ 3,11 que promedió en 2014, esos 61 centavos menos significan que el fisco percibiría US$ 4.200 millones menos este año”.
Sin embargo, Fernández explicó que existe una compensación parcial debido al dólar más alto, pues son ingresos que el Fisco los gasta principalmente en pesos chilenos. Por lo tanto, si el cobre baja un 20% y el tipo de cambio sube un 14%, lo que pierde el Estado es cerca de 6%. Es decir, no serían US$ 4.200 millones menos, sino que US$ 3.000 millones, dijo.
Fuente: Latercera.com