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"En la provincia de Buenos Aires había kioscos, kiosquitos y drugstores 24 horas. ¿Mirá lo que es esto?", dice uno de los ministros de María Eugenia Vidal, sentado frente a una pila de carpetas con sospechas de corrupción de las más variadas. Mauricio Macri le ha dicho a su círculo íntimo que la gobernadora está "escandalizada" con la cantidad de casos que le trasladan sus funcionarios en las reuniones de Gabinete y en charlas reservadas. El Presidente le pidió a Vidal que no haga política con las investigaciones pero le dio luz verde para que avance con la conformación de expedientes. Según altas fuentes consultadas por Clarín, las denuncias se presentarán pronto en la Justicia.
En el amplio abanico de investigaciones, hay un organismo que insinúa con convertirse en el emblema: el Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA). Quienes trabajan en la auditoría que encargó la Provincia presumen que se pagaban sobreprecios en las compras de medicamentos y en las contrataciones del servicio médico.
"Surgieron episodios muy parecidos a los que el Gobierno denunció en el PAMI. Como si fuera un mismo modus operandi", reveló un funcionario de primera línea. Además de los papeles que se están acumulando en el IOMA, los funcionarios creen que es como mínimo sugestivo que "el servicio haya ido empeorando con el correr de los años y nadie se haya preocupado por modificar el estado de las cosas".
En el ministerio de Trabajo bonaerense se hallaron distintas irregularidades, desde empleados que confiesan que eran obligados a ceder el 50 por ciento de su salario para pasar a planta transitoria hasta casos más pesados como los que involucran a los órganos de fiscalización. Hay miles de expedientes con irregularidades por deudas y multas. "Muchos inspectores cobraban coimas en connivencia con funcionarios y sindicalistas. Estamos analizando el rol de muchos 'gestores'", sostienen en la Gobernación. Sospechan que esos "gestores" "vendían" expedientes.
Otro caso en el que los macristas ponen la lupa es en la presunta desviación de fondos para determinadas ONG y fundaciones. "Tenemos la certeza de que había retornos y que esa plata se utilizaba para gastos propios de la política. Tal vez hasta fue destinada a las campañas", aseguran quienes tuvieron acceso a los casos.
La ofensiva contra la administración de Daniel Scioli se da en momentos en que desde muchos sectores se preguntan por qué el macrismo no avanza con una de sus principales promesas de campaña. A Macri se lo consultaron varias veces en las últimas semanas. "Yo dije que íbamos a ser implacables con la corrupción y lo vamos a hacer. Pero no queremos que el tema se politice", explicó el Presidente en charlas privadas. Uno de sus ministros lo dijo de otro modo: "No vamos a lanzar una caza de brujas. Que la Justicia haga su trabajo".
Sin embargo, a algunos les llama la atención que el macrismo apunte contra el sciolismo, que en sus años de gestión no había tenido denuncias. Ninguno de los casos emblemáticos de corrupción durante la era kirchnerista había rozado al ex gobernador. En cambio, a funcionarios de Cristina le llovieron causas: desde Amado Boudou y Ricardo Jaime hasta el empresario Lázaro Baez, pasando por la tragedia de Once y el caso Schoklender,
"Los ministros bonaerenses tienen la orden de denunciar inmediatamente todas las irregularidades que vayan apareciendo", cuenta uno de los asesores clave de Vidal. "Ella cree que hay que transparentar la gestión –agrega el asesor– y para eso es determinante contar el estado de las cosas. Pero además fue un pedido expreso del Presidente". Vidal, pese a sus gestos de diferenciación, sigue siendo leal a su jefe. (Fuente: Clarín).