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CUTRAL CO (ACC Diario Río Negro).- El 20 de junio de este año se cumplirán 20 años de la movilización popular más importante que se recuerde en la provincia de Neuquén. Se generó por la privatización de YPF, miles de despidos y la negativa del gobierno de Felipe Sapag de buscar una alternativa con una planta de fertilizantes. Los fantasmas de aquella época comienzan a regresar de a poco, asoma el temor de perder el empleo y la incertidumbre de vivir "suspendido".
Carlos Arens era concejal en la época de las grandes movilizaciones de los 90 y era concejal hasta diciembre pasado. Desde su perspectiva política, como testigo de ambos procesos históricos, dice que "aprendimos poco de aquella crisis, porque la pueblada nos dejó la enseñanza de que teníamos que buscar una alternativa económica y no ser dependientes de lo que sucediera con el gas y el petróleo, en ese sentido aprendimos poco y nada".
Si bien todavía la crisis no golpeó masivamente a la comarca, hay preocupación sobre lo que podría ocurrir. Laura, una de las operarias que recibió un telegrama de preaviso hace tres meses pero todavía no es despedida (porque se aplaza la decisión mes tras mes) contó que "la gente que no trabaja en el petróleo no se da cuenta, a mí también me pasaba en los 90, yo tenía otro trabajo y decía los petroleros cobran y cobran, pero ahora que me toca de cerca entiendo que lo peor es tener trabajo y no tener, porque vivimos con incertidumbre, tenés trabajo pero no sabés dónde, hasta cuándo".
El mayor de los inconvenientes es que la comunidad no se acostumbra a los vaivenes del petróleo y el gas. "A los neuquinos nos viene la "bendición de Vaca Muerta" y parece que se nos terminan todos los problemas, se cae el precio del barril de petróleo y volvemos a tener los mismos problemas", dice Arens.
La semana pasada sindicatos, operadoras y empresas de servicios acordaron suspensiones por 90 días para evitar despidos.