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Los precios internacionales del petróleo se dispararon con fuerza en el inicio de la semana ante las proyecciones de una caída en la producción del commodity en EEUU tanto este año como en 2017.
En una jornada positiva para las bolsas mundiales y el mercado de materias primas, el petróleo WTI se cotizó en Nueva York en US$ 31,42 por barril, lo que implica un aumento de 6% en relación al cierre del viernes.
En el mercado spot de Londres, el barril Brent cerró con un alza de 6,69% hasta los US$ 33,63.
La razón de este ascenso en la cotización del oro negro es una previsión realizada por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), en la que apunta que el número de barriles producidos por día en Estados Unidos bajará en 600.000 unidades este año y otros 200.000 en 2017.
Un dato que respalda dicho pronóstico es que el número de plataformas petrolíferas en EEUU ha caído a su nivel más bajo desde 2009.
Pesimismo en el corto plazo
No obstante, estas variables que impulsarían un rebote del precio del petróleo no parecen ser suficientes para hacer pensar a los analistas que su valor remontará rápidamente desde los mínimos en los que se encuentra.
Expertos de Morgan Stanley consultados advierten que la demanda de crudo se está ralentizando, en gran parte debido a la menor actividad por parte de China. Este factor hace que el buscado reequilibrio entre oferta y demanda no vaya a darse hasta 2017, según el pronosticado por la AIE.