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Acuerdo y denuncia: Qué hay detrás de los despedidos de la central Atucha II
Uno de los gremios implicados en el conflicto está en la mira por una acusación de los trabajadores. En la negociación, solo logró 200 reincorporaciones y 400 personas quedaron sin trabajo.
Se trata de 600 trabajadores que cumplían tareas como capataces, técnicos y administrativos, de los cuales menos de la mitad podrían regresar a sus puestos. Según el acuerdo, celebrado el martes entre los gremios, el Gobierno y la empresa Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA), ingresarán 900 despedidos de Uocra y 200 Uecara, lo que deja afuera a otros 1.300.
El trato dejó conformes tanto al Gobierno como al gremio de la construcción, pero los delegados y trabajadores bajo el paraguas de Uecara aseguraron que los dirigentes de su gremio “fueron por la plata y no por la continuidad del trabajo”. “Arreglaron la incorporación de 200 personas de Uecara y los demás todos afuera. El gremio no va por la continuidad del trabajo, va por las indemnizaciones para quedarse con un porcentaje”, explicó el delegado Darío Valdez.
“La gente está engañada, hasta al intendente”, agregó Valdez, quien fue delegado durante ocho años y en las últimas semanas recibió una carta-documento para “que no hablara ni con la gente ni con las empresas, y no avivara a la gente de lo que están haciendo”. “Acá los únicos que hicieron negocio son los abogados, a los trabajadores cuánto nos va a durar la plata. Yo fui siempre por los puestos de trabajo, vamos a quedar 400 o más afuera y la plata no nos va a servir”, agregó.
En total son 1.300 quienes no podrán volver a realizar tareas en la central nuclear, de los cuales 900 recibirán una compensación económica de 4.000 pesos mensuales, según anunció el Ministerio de Energía. El resto quedó librado a la suerte.