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Los empresarios mineros admitieron que tienen "una deuda con la sociedad"
Fue en el marco de la celebración del Día de la Industria de Minera, que organizó la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM). No hubo expositor en la conferencia que tuvo lugar en el predio de Parque Norte que no admitiera la necesidad de trabajar sobre las comunidades y de mejorar la comunicación.
"La minería tiene una gran deuda con la sociedad", se sinceró el presidente de la CAEM, Marcelo Álvarez. "Tiene que empezar a dar la cara, las compañías tienen que trabajar con la sociedad, y explicarle de qué se trata la actividad; romper con los prejuicios pero también tienen que escuchar lo que la sociedad tenga para decir".
"La CAEM celebra la libertad de expresión, pero no lo comparte la visión del Doctor Sabsay, el prejuicio contra la industria minera no permite crear trabajo y traer bienestar a la sociedad", dijo, luego, Álvarez, visiblemente incómodo, pero ante un auditorio que celebró sus palabras con un moderado aplauso. "Debemos retomar el desafío, la industria minera sólo puede ser rentable si es responsable", sentenció, no obstante.
Como parte del cambio que intenta mostrar hacia adelante la industria en términos de responsabilidad social está la creación de un organismo privado para la vinculación del sector con medio ambiente y las comunidades. La idea es que haya un organismo con técnicos independientes, que sea creíble y sirva para velar por las buenas prácticas de la industria.
Según expuso Gerardo Sanchis Muñoz, de la Universidad Católica Argentina (UCA), de acuerdo con distintos indicadores, la Argentina está arriba en los primeros puestos en materia de conflictividad, pese a que la actividad es cuatro veces menor que países como Chile o dos veces más chica que en Perú.
"Los conflictos más recientes son una serie de cuestiones que muestran la debilidad del vinculo entre empresas y comunidades, y la necesidad de una respuesta que no sea la que habitualmente se acostumbra que es la prohibición de actividad. Pero esa es la política más fácil y no necesariamente la mejor", dijo Sanchis Muñoz. "Hay una necesidad de establecer incentivos flexibles y buenas prácticas, aprovechar las mejores experiencias internacionales”.