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Greenpeace-Colombia denuncia daños de minería en páramo boyacense
Bogotá- Representantes de Greenpeace en Colombia denunciaron que la minería amenaza aún al ecosistema del páramo Pisba, en Boyacá, pese a que la Corte Constitucional prohibió tales faenas dentro de dichos espacios, reseñaron medios de prensa.
Los recursos hídricos de la zona están en riesgo, el agua de ese páramo sigue contaminada, con alteraciones en su PH, y ése es el líquido que consumen los boyacenses, advirtió Silvia Gómez, coordinadora de Greenpeace en Colombia, en declaraciones radiales.
Según la ambientalista, las autoridades encargadas de hacer cumplir la sentencia del alto tribunal permiten la continuidad de las faenas extractivas, y por consiguiente, que permanezca en peligro la biodiversidad de esos parajes considerados estratégicos desde el punto de vista natural.
El complejo de páramos Pisba tiene una extensión de 81 mil hectáreas y abarca áreas también del departamento de Casanare, dentro de los llanos orientales.
Especialistas afirman que constituye una relevante fábrica de agua y un sitio de elevado endemismo, tanto de la flora como de la fauna, además posee varias lagunas de origen glaciar y aporta a las cuencas de los ríos Chicamocha y Magdalena, ese último considerado la principal arteria fluvial del país.
Algunas de las tierras comprendidas en dicho espacio estuvieron dedicadas por mucho tiempo a la ganadería y la agricultura, en las últimas décadas la minería ha crecido significativamente, a pesar de los daños ocasionados al entorno, explicaron lugareños.
Colombia atesora la mayor superficie de páramos a nivel mundial; en semanas previas la Corte Constitucional prohibió la minería en esos parajes, ubicados entre los dos mil 500 y los tres mil metros sobre el nivel del mar, en ambientes muy húmedos y de excepcional diversidad biológica.