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El febrero pasado, el Gobierno nacional anunció el lanzamiento de un plan de canje para acceder a celulares 4G incluyendo los aparatos viejos (2G o 3G) como parte de pago.
Sin embargo, cuatro meses después, el programa brilla por su ausencia y, según las empresas del sector, en la práctica será reemplazado por ofertas masivas de equipos y facilidades de pago a través del Ahora 12 o similares.
Diferentes compañías que participan de la mesa chica de negociación explicaron "ya no se habla de canje, porque nadie sabría qué hacer con teléfonos de segunda generación (2G)" que podrían entrar en él.
Fuentes del sector privado señalaron que hasta ahora Samsung, LG, Huawei y Noblex definieron los modelos que formarán parte del plan, mientras que Motorola aún mantiene negociaciones.
En principio las características de los terminales que participarán del programa tendrían una pantalla de 4,3 pulgadas, procesador dual-core, cámara trasera y frontal, 512 megabytes de memoria (RAM) y unos 4GB de almacenamiento interno.
Este tipo de equipos se ofrece hoy en un rango de precios muy variado de hasta los $2.500. Pero en la mesa de negociación convocada por el Estado el precio de venta al público está en un rango de $1400 a $2.100 finales.
Desde el gobierno remarcan la importancia de lograr "el menor precio posible" para que unos 8 millones de personas dejen de usar servicios móviles de 2G (voz y mensajes de texto) y 3G (redes sociales, correo electrónico, imágenes) para pasar a 4G (internet móvil).
Esta migración permitiría una descongestión de las bandas de espectro radioeléctrico que cursan las comunicaciones de 3G. Según expertos del sector 3G es la zona que está más saturada y eso produce los cortes de las llamadas o que un mensaje llegue a destino con 24 horas de retraso.
Una migración de clientes a la zona de 4G asegura la comunicación vía datos, dado que las llamadas seguirán cursándose por 3G, pero esta estaría más liberada. Se estima que una comunicación de voz ocupa el 10% de la capacidad que ocupa un mensaje de texto.
En lo que a la producción de smartphones se refiere y aún con una incipiente preocupación por el ingreso ilegal de equipos al país (estimado en unos 2,5 millones de teléfonos anuales sobre una venta legal de 12 millones de equipos) las marcas mantienen su decisión de seguir con la producción en Tierra del Fuego.
Los datos del primer trimestre a nivel de ingreso de teléfonos al mercado nacional mostraban un incremento del 164% respecto del mismo periodo del 2015, una comparación "inequitativa" dado que los primeros meses del año pasado tuvieron una de las plantas de Tierra del Fuego fuera de producción y quedó marcado como el peor de los últimos años.
Según destacó el analista Enrique Carrier, lo que se verificó en lo que va del año es la "fluidez" del abastecimiento de las plantas de Tierra del Fuego, tras la implementación de las nuevas políticas cambiarias.
Fuente: La Razón