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Huelva- La compañía Atalaya Mining, propietaria del Proyecto Riotinto en Huelva, ha conseguido producir más de 4.000 toneladas de cobre en el primer trimestre del año 2016.
Así, y como parte del proceso de puesta a punto de la primera fase del proyecto, para alcanzar los cinco millones de toneladas procesadas, la compañía ha registrado una producción de 4.048 toneladas de cobre en este primer trimestre, declarando a efectos contables la fecha de 1 de febrero como el comienzo de su producción comercial.
Solo en marzo, la producción ha alcanzado las 1.465 toneladas de metal, con una recuperación del 82,5 por ciento, magnitudes que hablan ya de una producción estable y normalizada que ha sido enviada a los mercados internacionales en su totalidad por el puerto de Huelva. Abril ha continuado por la misma senda, subiendo las recuperaciones hasta el 85 por ciento y estabilizándose el ritmo de producción en cifras cercanas al objetivo de cinco millones de toneladas por año.
En ese mismo mes, se ha producido la integración al proceso de los equipos de la fase de expansión, consistentes en dos nuevos molinos de gran capacidad y una nueva área de flotación. Los resultados de producción en pruebas con estos equipos han sido los esperados, con lo que se prevé llegar a procesar mineral a un ritmo de 9,5 millones de toneladas en el tercer trimestre de este año, adelantando un trimestre el objetivo fijado en los planes de la compañía.
En declaraciones a los accionistas, el consejero delegado de Atalaya Mining, Alberto Lavandeira, reafirmó los planes de la empresa: "Declarado el comienzo de la producción comercial en febrero, antes de lo previsto, estamos encantados de ver como continuamos con esta tendencia de rapidez, que nos llevará a nuestra máxima capacidad en la mitad de tiempo del previsto".
Hallazgo de un horno romano
Por otro lado, la elaboración del proyecto global para la gestión del patrimonio histórico y arqueológico presente dentro del Proyecto Riotinto fue precedida de una prospección detallada de todo el ámbito del mismo con el objetivo de identificar todos y cada uno de los elementos a tener en cuenta. Uno de los resultados más interesantes de esta tarea ha sido el hallazgo de los restos de un horno metalúrgico de época romana.
Curiosamente se trata de un horno que colapsó en uno de los procesos de fundición que los mineros romanos realizaban en estas estructuras efímeras para fundir el mineral a medida que lo iban extrayendo en el tajo. En este caso se ha conservado el 50 por ciento de su estructura y parte de la camisa de uno de estos hornos, es decir de los restos defundición que quedaban pegados a sus paredes.
Lo que ha preservado a este elemento es curiosamente que no fue destruido y reutilizado, como era práctica habitual, y esto es porque, debido a una construcción deficiente, parece que no cumplía bien su función en la fundición del mineral.
La importancia del hallazgo, poco vistoso estéticamente, reside en primer lugar en la información sobre la metalurgia antigua que puede extraerse de la investigación de los restos.
Además es un hallazgo poco frecuente, ya que, aunque presentes allí donde hubo explotación romana, los hornos han sido generalmente destruidos por sus propios constructores o por operaciones mineras posteriores.
En este caso, una vez identificado, ha sido incorporado al proyecto global y gestionado en colaboración con arqueólogos externos que han procedido a su cuidada extracción --se encontraba completamente encastrado en un gran depósito de escoria romana-- y trasladado para su guarda y custodia, según las instrucciones de la autoridad competente, al Museo Minero de Riotinto.
Fuente: http://ecodiario.eleconomista.es/ Europa Press