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El trabajo “abre un abanico de posibilidades quirúrgicas”, valoraron desde el hospital.
Por primera vez, en un hospital público sanjuanino, un equipo quirúrgico realizó una “Nefrectomía Simple Laparascópica Pura”, una cirugía en la que se extirpó un órgano usando una técnica de pequeñas incisiones.
La noticia que enorgullece a los sanjuaninos fue informada recientemente desde el Ministerio de Salud Pública y atañe a un avance en la atención medicinal en el nosocomio “Marcial Quiroga”, ubicado en la ciudad de Rivadavia.
La operación se realizó el pasado 21 de julio. La paciente es una mujer de 28 años, madre de cuatro hijos que padecía un problema renal congénito. La mujer se sometió a una operación donde le extirparon completamente un riñón por vía de laparoscópica, extrayendo el órgano por medio de una incisión mínima de unos 3 cm, aproximadamente, en lo que sería la fosa iliaca izquierda.
Tradicionalmente esta intervención se realizaba por incisión lumbar con tajo de unos 14 cm que facilitaba al cirujano introducir las manos y operar. En cambio, esta cirugía permitió que el cirujano realizara las mismas operaciones que la cirugía tradicional pero con incisiones más pequeñas. De este modo, la paciente estuvo en excelentes condiciones a las 24 horas, según indicaron fuentes de Salud Pública.
El doctor Domingo Pavón, uno de los profesionales que realizó la operación, se mostró complacido por el trabajo, porque “abre un abanico de posibilidades quirúrgicas que tienen la intención de brindarle lo mejor al paciente”.
Por su parte, el doctor Fabio Quinteros, jefe de Clínica del Urología, explicó que el “propósito del servicio es seguir creciendo y tratar de implementar todas las clínicas quirúrgicas nuevas para beneficiar a la gente”.
El grupo de especialistas intervinientes en la cirugía se completó con una técnica instrumentadora, dos residentes y médicos circulantes del servicio de Urología.
Vale mencionar que la cirugía laparoscópica es “minimamente invasiva” ya que usa varias incisiones (“puertos”) en los que se inserta un instrumento tubular conocido como trocar. Durante el procedimiento, a través de los trocares se pasan instrumentos especializados y una cámara especial llamada laparoscopio.
Al iniciar el procedimiento, el abdomen se infla con el gas llamado dióxido de carbono para proporcionar al cirujano un espacio de trabajo y visibilidad. El laparoscopio transmite imágenes de la cavidad abdominal a los monitores de video del quirófano. Durante la operación, el cirujano observa las imágenes detalladas.