|
Arqueólogos estudiarán las huellas precolombinas en la zona del Paiubre, en Mercedes, con especial foco en las aledañas a la emblemática formación de roca denominada “Itá Pucú”.
Tras el nuevo impulso de esa línea de investigación, desde la Dirección de Cultura de Mercedes organizaron la semana pasada una charla abierta, a modo de exposición, referida a “La Arqueología y el Arte rupestre de la República Argentina”, que tuvo como principal disertante a Fernando Oliva, director del Centro de Estudios Arqueológicos Regionales (CEAR).
El arqueólogo, graduado en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), ha desarrollado investigaciones en diferentes sectores de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, centrándose principalmente en las representaciones rupestres, la tecnología lítica y la movilidad de aquellas poblaciones.
En declaraciones a Diario de época, la directora de Cultura de Mercedes, Ana Ferrando, comentó: “Parecería posible encontrar vestigios de poblaciones originarias y muy remotas, en cercanías de la zona de Itá Pucú. Los expertos fueron convocados a conocer el lugar, sacar fotos y explicar sobre todo el potencial”.
Según detalló Ferrando, los hallazgos se podrían tratar de jeroglíficos, tallados o expresiones artísticas similares de pueblos muy antiguos, es por eso que el experto arribó a la ciudad para introducirlos en el tema.
También el Diario de época se contactó con el arqueólogo Fernando Oliva quien confirmó que la visita a Mercedes se vincula con una investigación en conjunto con el Gabinete de Investigaciones Antropológicas de la provincia. Además, el profesional anticipó que en las primeras aproximaciones al lugar ya se encontraron “muchas cosas alentadoras”.
Oliva recordó que por más de 15 años “nadie trabajó antes en la región, nadie habló del tema”, al tiempo que remarcó que ahora la tarea es hacer estudios sistemáticos en la región, que permitirán constatar esas primeras impresiones. “En los estudios de la región las investigaciones hasta ahora se limitaron a pensar en ruinas de poblaciones jesuíticas o guaraníes. Pero hay un proceso histórico de 15 mil años por explorar”, agregó.
Asimismo, el arqueólogo explicó que el punto de partida de los exámenes se basa ahora en representaciones gráficas que puede haber en las rocas en esos lugares y que la idea es tratar de aportar este tipo de datos.
El objetivo es llevar los indicios que existen para evaluar en un laboratorio. En referencia esto, el especialista indicó que lo más difícil de determinar es el período histórico al que pertenecen.