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La polémica tuvo lugar en Chacabuco, donde el coordinador de Relaciones Institucionales, Luis María Speranza, debió renunciar a su cargo tras protagonizar una serie de publicaciones discriminatorias en las redes sociales y que generaron la furia de propios y ajenos.
“Habría que bombardear todo lugar donde se sospeche que hay algún musulmán", fue la desafortunada frase que finalmente le costó el puesto en la Municipalidad luego de recibir una catarata de críticas.
Ante este escenario, a Speranza no le quedó otra que renunciar. "Es mi deber, como hombre de la política y responsable de mis actos, dirigirme a Ud. y a través suyo al Cuerpo de Concejales de los distintos bloques y a la comunidad toda para informarle que he presentado ante el Sr. Intendente Dr. Victor Aiola, mi renuncia como funcionario de su gabinete", notificó Speranza al presidente del Legislativo local de Chacabuco, Jorge Muela.
En el mismo comunicado, argumentó su decisión "debido a una equivocada y repudiable actitud inadecuada de un hombre de la democracia y el respeto por los derechos humanos como me considero".
"Tuve un desgraciado exabrupto en las redes sociales que ofenden no sólo a la comunidad Musulmana sino también a toda persona de bien. De nada sirve ya querer explicar que el sentido de mis palabras fueron el repudio al accionar de las células extremistas que provocan atentados en varias partes del mundo", agregó Speranza.