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"A pesar de las leyes, siguen los despojos de tierras", afirmó la lonko ranquel Mechi Soria, durante la apertura del décimo encuentro Nacional de Naciones y Pueblos Originarios.
Este encuentro nació en Rosario como una inquietud de un grupo de pueblos que veían la necesidad de organizarse y unirse a nivel del territorio argentino. Es la segunda vez que se hace en La Pampa. Aquí también se realizó la cuarta edición. El año pasado fue en La Plata. Algunas comunidades de las provincias no pudieron llegar por problemas económicos para viajar. Una presencia sentida es la de Teófila Videla, la puestera del oeste provincial, cerca de Santa Isabel, que resiste al intento de desalojarla desde hace años.
El presidente del Consejo de Lonkos pampeano, Pedro Coria, fue el encargado de dar la bienvenida a los representantes llegados desde distintos puntos del país, luego de una ceremonia tradicional. "Estamos de pie en la lucha por nuestros territorios y necesidades", dijo.
La lonko Gillermina Gómez, de la comunidad Calderón, de Acha, contó que tienen en Quehué una huerta y llevan adelante un proyecto de industrialización de aloevera, entre otras yerbas medicinales. Reclamó que el estado argentino reconozca "la preexistencia de los pueblos originarios". Y reivindicó "a nuestros pasados que tanto sufrieron, perdieron todo lo que le quitaron y los mataron". "Hoy en día siguen queriendo quitarnos las tierras. Tenemos que trabajar con la meta de frenar los despojos", completó.
El jefe de la colonia Epugmer, de Colonia Emilio Mitre, Curunao Cabral, dijo que "nuestros antepasados fueron maltratados y discriminados". "Yo estoy donde nací, al frente de una comunidad de 80 personas. Nací debajo de una planta, arriba de un cuero de oveja y no perdí mi identidad. Tuvimos que ponernos frente a una tranquera para que no nos desalojen", historió. "Debemos ser firmes y constantes en la lucha por la salud y la tierra", remarcó.