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En 2010, los Blavier construyeron un complejo en San Javier con fines turísticos y ahora montarán una fábrica de cerveza artesanal belga. “La fábrica está siendo montada en dos containers, que fueron adquiridos en Buenos Aires, y un tercero que tendrá como objetivo servir de vivienda familiar”, contó Eric en diálogo con El Territorio.
“Llegamos con nuestras ideas, la familia y las ganas de implementar proyectos de trabajo. Los containers son tratados con una pintura aislante que bloquea el ingreso de calor a través de la chapa, eso facilita el acondicionamiento para los fines que queremos darle, vivienda y fábrica de cerveza”, explicó y añadió: “Es una cerveza distinta a la convencional que venden aquí. Para empezar, es una bebida artesanal, por lo que no se puede producir en grandes cantidades porque tiene un tiempo de duración de tres meses a cuatro meses, más no, así que la idea es comercializar en la provincia nada más”.
Eric habló sobre el sistema operativo que tendrá la fábrica: “En cuanto a costo energético no gastaremos nada. Utilizaremos un sistema canadiense para la ventilación y refrigeración del ambiente que son unos tubos colocados por debajo de la tierra a unos dos metros y medio (subterráneos). Así se obtendrá la temperatura necesaria para refrigerar la vivienda en verano, como calefacción en invierno”.
“En cuanto a la energía necesaria para la elaboración de la cerveza, será obtenida por energía solar, la que obtendremos con paneles solares que serán instalados próximamente”, agregó.
“El aire que se acumula en las tuberías en verano es más frío que las temperaturas sobre tierra y en invierno viceversa, la refrigeración o calefacción, depende la época del año, sale a través de un tubo madre que distribuye la temperatura adecuada en la casa”, señaló.
“Me gustaba viajar en familia, recorrí muchas partes del mundo, hasta que un día llegamos a Misiones, nos ha gustado todo aquí, las posibilidades que hay para realizar cosas, desarrollar ideas, innovar, emprender otras alternativas comerciales aprovechando todo lo que existe en esta tierra”, relató el emprendedor.
“Nosotros en Bélgica tenemos poca superficie para ocupar, ya que es un país de dimensiones pequeñas. Después de nuestro viaje a esta provincia, era imposible volver a vivir en Bélgica, sabiendo las comodidades que brinda Argentina y ni hablar Misiones. A veces me pregunto cómo puede ser que la gente no genere ideas y las lleve a la práctica. Aquí, hay cientas de oportunidades, me siento feliz por haber tenido esa elección de vida”, sostuvo.
Señaló, además, que sus cinco hijos varones no tuvieron problemas para adaptarse. “Ahora todos están estudiando”, dijo.
“También comprendo que todo es una cuestión cultural, a veces las necesidades hacen que se aprenda a valorar más lo que tenemos. En mi caso, valoro mucho todo porque, como comentaba, allá no tenemos tantas oportunidades así pero nos ingeniamos para realizar distintos emprendimientos, esto es la gloria”, comentó sonriendo.
No extrañan su país natal porque tienen visitas frecuentes. Encontraron en la tierra roja, un proyecto de vida. El motor para salir adelante.
Fuente: http://www.elterritorio.com.ar