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Tras una década de falsas promesas, el NEA aún está en la espera del gas natural, y ahora el avance de la obra tendrá un nuevo aplazamiento. Según publicó el diario Norte, de Corrientes, el gobierno nacional encargó una revisión del proyecto, cuya obra es competencia de la estatal Enarsa, cuya conducción resolvió una auditoría integral sobre lo ejecutado hasta el momento, después de constatar que obras contratadas y pagadas no fueron debidamente ejecutadas, entre otras extrañezas.
La revisión fue encomendada a la Sindicatura General de la Nación, órgano de control estatal interno, y a la espera de los resultados de ese examen se postergó la ejecución de dos de los cuatro tramos de la obra. “Fue un proyecto inmaduro. No está respaldado por estudios de factibilidad y en muchos casos genera dudas acerca de cómo se adjudicaron las obras hasta el momento.
Por eso es que la conducción de Enarsa quiso una auditoría para poner todo blanco sobre negro”, explicó al diario correntino Jorge Lapeña, director de Planificación Estratégica de la empresa. El informe señala que no hay previstas redes de distribución que, efectivamente, permitan llevar el carburante a los hogares norteños que aún no tienen servicio. Otro, que los precios pagados por los fragmentos ya concretados de esta obra pública podrían ser excesivos.
De ahí la determinación de la empresa que comanda Hugo Balboa de revisar el pasado y reprogramar el futuro. El Estado asegura que no desiste del emprendimiento y sostiene que hay fondos asignados para completar la traza que habilitaría traer gas boliviano desde Salta hasta Santa Fe. Pero se postergaron los tramos que permitirían cruzar con caños el río Paraná hasta Corrientes y llevar el gas a Misiones, por lo menos hasta que las cuentas estén claras. La obra implica la reformulación de una propuesta realizada por el Grupo Techint bajo el sistema de iniciativa privada a principios de la década pasada, con otro tendido y valor total.
A su vez, desde Nación en septiembre indicaron en declaraciones a la agencia Télam que asignan prioridad a obras del GNEA y asignarían más recursos en el presupuesto 2017. Autoridades del Ministerio de Energía ratificaron, la “certeza sobre la prosecución de una obra que no había sido incluida en el presupuesto nacional” y que sufre “marcadas demoras en los niveles de inversión de infraestructura”.
Explicaron que la postergación de trabajos, con respecto a lo programado, se relacionó asimismo con las condiciones climáticas y las precipitaciones excepcionales que azotaron la región del noreste desde principios de año. Sin embargo, Norte detalló que hubo un recorte importante de los fondos que tenía previsto en origen Energía de asignarle en 2017 a GNEA y que hubieran ascendido a $6.500 millones, según los cálculos presupuestarios iniciales.
Fuente: http://misionescuatro.com