Marcelo Otero.
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Así lo informó el vicepresidente de la firma cordobesa Biomass Cropp, Marcelo Otero, al precisar que en las próximas semanas comenzará la construcción de dos plantas generadoras de electricidad con biogás que el Ministerio de Energía y Minería de la Nación adjudicó recientemente en el marco del cierre del Programa RenovAr 1.
"Es enorme el potencial del mercado bioenergético en Argentina. Vamos a invertir aproximadamente $ 200 millones para poner en marcha dos proyectos de biogás ya que las perspectivas en el país son muy buenas, con gran potencial, sobre todo en generación de mano de obra local y en ingresos para el Estado en materia tributaria", dijo Otero.
La primera de ellas producirá energía desde mayo del año próximo, en tanto la segunda incorporará electricidad al Sistema Interconectado Nacional a partir del mismo mes, pero de 2018.
En diálogo con Télam, Otero reivindicó la generación eléctrica con biogás ya que implica "el uso de energía de base y distribuida, con 8.000 horas por año de aporte energético a la red, muy diferente a la eólica y solar, que son alternativas más inestables que dependen del viento o del sol".
"Acá, el biogás funciona siempre", enfatizó el empresario, y enumeró las ventajas de la utilización de éste tipo de energía: mejora la productividad en el interior del país, impulsa la actividad en la zona porque se produce en forma permanente para una industria demandante, aumenta la mano de obra local y se aleja de los altibajos del mercado".
En tanto, Agustín Piccoletti, integrante del equipo Red Biogas y Biomasa del INTI, coincidió en destacar este tipo de generación de energía al señalar que "se trata de potencia firme que se puede gestionar y gobernar sin dificultades".
"Argentina es un país agroindustrial con alta disponibilidad de biomasa (específica o residual) con potencial para valorizarse energéticamente con tecnologías y escalas adecuadas", puntualizó.
Piccoletti ofreció a Télam detalles de los trabajos que se desarrollan en el INTI en materia de bioenergía, y en particular, a la denominada "biodigestión anaeróbica"
"Es una tecnología que transforma la materia orgánica (efluentes industriales o agropecuarios, residuos orgánicos o cultivos energéticos específicos) en una mezcla de gases combustibles que puede ser utilizado para la generación de energía eléctrica o para aprovechamiento térmico", explicó Piccoletti, un ingeniero químico que trabaja en la Gerencia de Proyectos Especiales y Energías Renovables del INTI.
Aclaró, no obstante, que "excluyendo al biodiesel y al bioetanol a gran escala, el mercado bioenergético recién da sus primeros pasos" e interpretó que "se debería desarrollar en conjunto entre el sector público, por medio de adecuadas condiciones de seguridad, incentivos, y mecanismos simples de habilitación; el sector privado, para lograr una oferta nacional de tecnología adecuada, y la academia, para formar recursos humanos específicos".
Fuente: http://www.telam.com.ar