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El petróleo intermedio de Texas (WTI) para entrega en junio sufrió una fuerte caída del 3,26% y cerró en u$s 58,94 el barril, en lo que fue considerado por los analistas como una jornada de recogida de beneficios tras el máximo anual conseguido ayer.
El descenso de los precios fue atribuido a la ganancia por parte de los inversores en crudo después de una buena racha coronada ayer con el máximo anual.
También apuntaron los analistas los efectos de un dólar todavía fuerte en el mercado de divisas, que provoca que el crudo estadounidense resulte más caro para los que compran con divisa extranjera y, por tanto, un descenso de la demanda que desemboca en una devaluación.
Un crecimiento mejor al esperado en la demanda y la desaceleración en los suministros de crudo en los Estados Unidos han impulsado los precios en un 50% desde el mínimo de seis años de enero, pese a la abundante oferta.
Para el mes próximo está prevista una reunión de la OPEP en Viena, pero no se espera que haga ajustes en su producción.
Un delegado de la OPEP remarcó ayer que el grupo mantendría su estrategia de preservar su cuota de mercado.
Fuente: Agencias Nueva York y Cronista.com