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Huelga general en la minería. El “ninguneo” del Gobierno, las promesas que no se convierten en hechos y la dura realidad que se impone ha empujado al sector ha dar un golpe encima de la mesa que ha acordado iniciar una huelga general el próximos jueves 21 de mayo a la que se sumarán los trabajadores del conjunto de la empresas así como de las contratas y subcontratas y las auxiliares.
Una jornada en la que además, según acordaron en los representantes sindicales de CCOO, UGT, USO y la Asociación de Vigilantes, en una reunión a ultima hora de este jueves, los trabajadores de la minería de la provincia se volverán a poner el mono y el casco con las lámparas que iluminarán las calles de la capital leonesa que recorrerán durante una manifestación nocturna que arrancará a las 21:00 horas.
La “total y absoluta” falta de voluntad por salvar al sector ha llevado a los trabajadores a dar un paso al frente y recrudecer sus protestas con un calendario de movilizaciones que ya arrancó esta semana con encierros en los ayuntamientos y protestas frente a las térmicas.
Encierros de 24 horas que se repetirán el martes 19 y miércoles 20 de mayo y que se extenderán a los principales ayuntamientos mineros del conjunto de la provincia en paralelo a las concentraciones que se repetirán a los pies de las térmicas de La Robla y Compostilla.
Urgente solución
Un calendario de movilizaciones en la semana previa a las elecciones municipales y autonómicas que buscan arrancar el compromiso del Ministerio de Industria de cumplir “única y llanamente” lo firmado en el Plan de Carbón y dotar de futuro y viabilidad a las empresas mineras de la provincia.
“Solo exigimos lo que ellos firmaron”, han denunciado desde el comité de la Hullera Vasco Leonesa, que recuerdan la necesidad de que Industria plasme en el BOE sus promeses de forma urgente ante la grave situación que atraviesan en su conjunto las empresas.
Porque ya lo advertían, de no ser así recrudecerán sus protestas sin importarles hasta donde tengan que llegar. “Si pasan las elecciones y seguimos en la misma tesitura esto puede ser un caos. De perdidos al río nos da igual hacer protestas tranquilas que alegales. Nos da igual. Si vamos a morir, moriremos con las botas puestas”.
Con las botas puestas, siempre hasta el final porque están cansados de trabajar sin cobrar, de vivir el cuarto ERE en cinco años y de vivir de fe, de esa con la que, según recuerdan al Gobierno, no se lleva el pan a casa. Por ello advierten de llegarán hasta donde hagan falta para salvar sus empleos y el futuro de los suyos.
Fuente: Leonoticias.com