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"Tenemos que convertirnos en una nación exportadora de gas", anunció ayer Daniel Scioli en la reunión de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos, realizada en Neuquén.
El acto se produjo en el marco de la campaña presidencial y esa definición no solo trató de halagar el oído de sus interlocutores, sino que apuntó también al contrasentido que significa que la Argentina pague unos US$ 10.000 millones en gas y petróleo al extranjero cuando dispone de hidrocarburos en su subsuelo. Scioli parecería entonces dispuesto a corregir la distorsión que puso en marcha la política energética a partir de 2003 y que es una de las principales causas de déficit fiscal, déficit energético y faltante de divisas en el país.
"No quiero un cambio para atrás", dijo el gobernador bonaerense. Scioli, secundado por Carlos Zannini, se encontró con el CEO de YPF, Miguel Galuccio, los ministros Axel Kicillof y Julio De Vido; los gobernadores de Chubut, Martín Buzzi; de Formosa, Gildo Insfrán; de Jujuy, Eduardo Fellner; de La Pampa, Oscar Jorge; de Mendoza, Francisco Pérez; de Neuquén, Jorge Sapag; de Río Negro, Alberto Weretilneck; de Salta, Juan Manuel Urtubey, y los electos de Neuquén, Omar Gutiérrez, y Tierra del Fuego, Rosana Bertone.
"Lograr la reversión del déficit energético es un desafío fundamental", expresa el documento sobre el compromiso por lograr el autoabastecimiento que, opinan, permitirá "asegurar el crecimiento de la economía, garantizando así el objetivo de la generación del empleo y de la producción" y que "la política energética será fruto del trabajo coordinado entre la Nación y las provincias". Según el acuerdo, YPF -estatizada parcialmente- será clave en un hipotético gobierno sciolista "en materia de exploración y desarrollo de recursos hidrocarburíferos convencionales y no convencionales".
Scioli se comprometió a mantener un precio sostén: "ante la volatilidad del mercado del petróleo evidenciada en los últimos meses estableceremos un sendero de precios para el petróleo que se utiliza en el mercado interno". De cumplirse este acuerdo podría significar un viraje no solo en las políticas de la "década ganada" sino, particularmente con respecto a la centralista ley de hidrocarburos impulsada el año pasado por la presidenta Cristina Fernández y por Galluccio.
Fuente: Eltribuno.info