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La detención del dirigente opositor venezolano, Leopoldo López, condenado a 13 años de cárcel por la justicia de ese país, provocó tensiones internas entre los presidentes de América Latina, debido a que todos los mandatarios guardaron silencio ante la prisión de una personalidad contraria al régimen de Nicolás Maduro.
Los presidentes de la región mantienen su respaldo al mandatario venezolano y políticos como Lula Da Silva reivindican constantemente al fallecido Hugo Chávez, pero cada vez se hace más difícil defender todo lo que hace el actual gobierno de Venezuela.
Sin embargo, esto no ocurrió en algunas partes del mundo ya que la sentencia sí causó el repudio de varioslíderes opositores de distintas naciones, ex mandatarios y organizaciones de DDHH, Estados Unidos y la Unión Europea contra la determinación de la jueza Susana Barreiros.
El único mandatario que rompió tal silencio fue el de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, quien dio una declaración tajante: "Me parece que es muy mala idea utilizar los tribunales de justicia para castigar ciudadanos por sus opiniones políticas. Lo fue en Sudáfrica con Mandela, en Uruguay con Pepe Mujica y lo es en la Venezuela de hoy".
Un artículo del diario español El País incluso advierte que uno de los organismos regionales a los que pertenece Venezuela, Unasur, defendió la actuación de ese país, mientras que el Mercosur mantuvo también silencio, y a través de un comunicado, la Secretaría de este organismo "reitera su respeto a las decisiones que adopten las autoridades jurisdiccionales de sus Estados Miembros y confía que en el curso de las siguientes instancias judiciales, el señor Leopoldo López, pueda ejercer los recursos procesales que considere pertinentes su defensa".
En tanto, Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, consideró que López "nunca debió haber sido arrestado arbitrariamente o enjuiciado. Es un prisionero de conciencia y debe ser liberado inmediata e incondicionalmente".
Otros rechazos a la condena contra López provenían desde fuera de las Presidencias como es el caso del alcalde opositor argentino Mauricio Macri, quien exigió a los miembros del Mercosur que intervengan para que "se asegure el resguardo y libertad" del disidente venezolano.
Las oposiciones en Perú o Uruguay también reclamaban a sus gobiernos que actúen mientras ex mandatarios como los colombianos Álvaro Uribe o Andrés Pastrana, enviaban mensajes muy duros contra Maduro.
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, expresó su preocupación por la "naturaleza política del proceso judicial y el veredicto, y el uso del sistema judicial venezolano para reprimir y castigar a los críticos del gobierno", mientras que el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, demandó que López y "todos los presos políticos injustamente encarcelados" en Venezuela sean puestos en libertad.
Leopoldo López fue juzgado por las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro que dejaron 43 muertos entre febrero y mayo de 2014. Lo condenaron a 13 años, 9 meses y 7 días de prisión.
Fuente: Infobae.com