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El cierre de posiciones cortas ante la congelación de producción acordada por Rusia y la OPEP en niveles de enero, de otra, el pánico comprador que les ha entrado a muchos inversores institucionales, pensando que estamos ante un suelo de mercado y, finalmente la más importante, por pensar el mercado que los principales bancos centrales van a tener que impulsar otro QE masivo. Este último punto podría explicar la subida del oro y significaría un dólar más débil (de ahí la recuperación que nadie esperaba) que ayudaría a impulsar el precio del petróleo.
Actualmente, la oferta de petróleo supera en 2 millones de barriles por día a la demanda. Arabia Saudí ha comunicado reiteradas veces que espera, para finales de 2016, un incremento de dicha demanda. Si eso es así, aquí surge la primera incongruencia para un acuerdo de recorte (que no congelación) de oferta. No tendría ningún sentido acceder a lo que piden países como Rusia o Venezuela. El mercado buscará el equilibrio por sí mismo bajo aquella teoría.
A raíz de lo publicado por la EIA de Estados Unidos, coinciden con la tesis de los saudíes respecto al equilibrio que debiera producirse este año.
Las previsiones que da la mencionada EIA (energy information administration) sobre el WTI está sobre los 37 dólares por barril para abril de este año. El mercado, sin embargo, espera un rango de precios entre 25 y 56 dólares por barril con un intervalo de confianza del 95% en función del precio de futuros para entrega en abril.
Además, los saudíes apuestan por una crisis de inventarios (que llevan 2 años subiendo) con salida rápida y a cualquier precio, de los stocks de petróleo, que llevaría al final una reducción de oferta. Bajo esta teoría, se eliminarían por tanto, jugadores con altos costes de producción dejando a la OPEP en una situación competitiva mucho mejor de la que tiene ahora. Se habría alcanzado el equilibrio.
Así mismo, en caso de producirse, habrá que ver qué se dice sobre el 'shale oil' (petróleo de esquisto) pues una ausencia de acción sobre este tipo de petróleo no convencional, supondría un efecto nulo de esas posibles acciones. Estos productores, en Estados Unidos y Argentina, si se produjera un incremento de precios por cualquier tipo de acuerdo, aumentarían la producción todo lo posible, dejando sin efecto el impacto que se podría tener en los precios.
Una parte de los productores de Texas de 'shale oil', que sería el sexto productor si fuera un país en si mismo, sigue teniendo beneficios produciendo por debajo de 30 dólares.
Ni la OPEP ni Rusia van a poder ya hacer nada frente a ese nuevo competidor que resulta del 'shale oil'. Recortes de producción convencionales ya no funcionarán como lo hicieron en el pasado. Y todo ello sin contar que poco a poco se incorporarán nuevos productores bajo este método mucho más barato, con su impacto en la oferta.