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Una legisladora del PRO involucrada en la tragedia de Costa Salguero
El esposo de la vicepresidenta de la legislatura porteña forma parte del directorio de Costa Salguero S.A., quien administra los pabellones donde se hizo el evento Time Warp.
Fernando Polledo Olivera, el esposo de la vicepresidenta de la Legislatura de la Ciudad, Carmen Polledo, forma parte del directorio de Costa Salguero S.A., quien administra los pabellones del complejo. Esta empresa es una subconsecionaria de Telemetrix S.A, compañía que paga un canon irrisorio a la Ciudad por explotar el predio.
Por otra disputa con el predio, dos legisladores iniciaron hace años una causa judicial que, según Pertor, permitió conocer más sobre cómo era la concesión. El juez de la causa, Andrés Gallardo, ordenó clausurar preventivamente 19 locales de ese predio, ya que había pedido informes a la dirección de Concesiones porteña y se encontró con que sólo cuatro de las 23 subconcesionarias tenían habilitación para funcionar.
Sin embargo, la dirección de Habilitaciones porteña se negó a cumplir la orden de Gallardo, que debió recurrir a la fuerza pública para clausurar los locales.
En el informe también consta que en 2010, la empresa Telemetrix le pagaba al Gobierno 68 mil pesos por mes por la concesión del terreno, que es de la Ciudad, y recibía de los subconcesionarios 750 mil pesos en promedio. Por esto mismo, el gobierno perdía más de ocho millones por año con ese esquema.
El Costa Salguero es el lugar por el que opta el PRO elección tras elección para esperar los resultados y hacer sus bailes de la victoria. También fue el sitio que eligió Mauricio Macri para casarse con Juliana Awada. Polledo Olivera es el marido de Carmen Polledo, la actual vicepresidenta primera de la Legislatura, una dirigente de la ONG COAS que pasó a integrar las filas del PRO y ascendió hasta las primeras líneas.
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires clausuró preventivamente el complejo Costa Salguero por pedido del fiscal interviniente en la investigación de las muertes, Sandro Abraldes. Asimismo, numerosos dirigentes políticos se manifestaron en las redes sociales pidiendo explicaciones al Gobierno de la Ciudad.
Las trágicas muertes de seis jóvenes en el complejo Costa Salguero demostraron una red de acuerdos y negocios en la Ciudad de Buenos Aires. Ocurre que ese predio fue el predilecto del macrismo ante cada disputa electoral, e incluso el que eligió Mauricio Macri para casarse.
La vicepresidenta de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, Carmen Polledo, figura como directora de una empresa radicada en el paraíso fiscal junto a su marido, quien además es propietario de Costa Salguero.
Según informa el Registro Público de Panamá, la diputada macrista, segunda en la línea de sucesión del Ejecutivo detrás de Diego Santilli, figura como directora de la empresa Rank Internacional Corporación.
En las revelaciones del Panamá Papers, la compañía fue fundada en 1988 y sigue vigente. El presidente es el marido de Polledo, Fernando, quien además es propietario de Costa Salguero.
La empresa fue subscripta por un abogado panameño Mario Fonseca López. Esta empresa no figura en la declaración jurada de la Legisladora ante la ONG Poder Ciudadano en 2009.
La Agencia Gubernamental de Control porteña aseguró que el predio está habilitado para albergar hasta 13 mil personas y que ayer la capacidad no estaba colmada a las tres de la mañana. La empresa a cargo del evento fue Dell Producciones SA, la misma que organiza Creamfields. El complejo fue clausurado en forma preventiva.
A orillas del Río de La Plata, el Costa Salguero dependía originalmente de la Administración General de Puertos y luego pasó a manos de la Ciudad. La concesión quedó a cargo de Telemetrix S.A. en 1988 y en 1991 el menemismo se la extendió por treinta años.
En 2013, el presidente de Telemetrix era Alfredo Gutiérrez, su vicepresidente era Federico Leon Bensandon y sus directores, Federico Alberto Bensandon, María Alejandra Bensandon, Gabriela Bensandon y la directora suplente, Gabriela Alejandra Ratto de Gutiérrez. Algunos de estos nombres y apellidos se repiten en otras empresas vinculadas al complejo.