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Los legisladores se comprometieron a trabajar para acelerar el tratamiento de los proyectos tendientes a frenar el impacto del tarifazo en las empresas gestionadas por sus trabajadores.
En el encuentro realizado en la presidencia del bloque de diputados nacionales FPV-PJ -del que también participó el diputado provincial bonaerense Miguel Funes-, los trabajadores explicaron que los tarifazos ponen en riesgo la continuidad de muchas de las empresas recuperadas, que en la Argentina suman unas 350 y emplean a más de 25.000 trabajadores.
El FpV-PJ tiene presentado un proyecto para crear el “Régimen de tarifa social en servicios públicos para cooperativas de trabajo de fábricas recuperadas”, de autoría de Recalde y que retrotrae los valores de los servicios de electricidad, gas y agua a los previos al tarifazo.
En Azul
En Azul las fábricas que manejan los trabajadores tales como la Papelera y la textil Sudamtex han recibido aumentos de la energía eléctrica que superan el ciento por ciento. Están en contacto y con la intención de poder buscar alguna alternativa para superar esta cuestión, sin dejar de producir.
En el caso de la textil Sudamtex van para los dos años de trabajo y en 2015 lograron poner en funcionamiento una nueva máquina que permite que la planta funcione al ciento por ciento de su capacidad en la producción de fibra.
Para que esa máquina volviese a andar, los cooperativistas invirtieron cerca de 500.000 pesos que salieron del esfuerzo y el trabajo de los 32 hombres que en 2014 se pusieron como meta la superación constante.
Para los obreros cooperativistas de Sudamtex es especialmente sensible y problemático el tema de la luz porque la planta tiene las calderas eléctricas, y los aumentos que recibieron los tienen verdaderamente asustados, esa es la palabra. En ese marco, se juntaron, lamentablemente, no para poder crecer, sino para ver alternativas como para seguir subsistiendo.
De la misma manera, el pasado 6 de enero se convirtió en un día histórico para Azul, pero especialmente para los trabajadores papeleros que luego de cuatro años de lucha lograron reactivar la planta. Son 9 los operarios que quedaron y que, conformados en cooperativa, están a cargo de la Papelera en la actualidad.
Si bien la tarea nunca fue fácil, la “venían piloteando”, pero la actualización de las tarifas hace que tengan que trabajar para cambiar la plata y los vuelva a poner en jaque.
“A nosotros se nos complica bastante por toda esta situación que es muy difícil porque no hay una estabilidad en los precios, nos cuesta conseguir la materia prima, no quieren entregar, todo el mundo está especulando con los aumentos que puedan venir, y eso nos perjudica bastante, y encima esto de las tarifas”, aseguró en diálogo con el diario Tiempo el presidente de la Cooperativa Pachi Lara, Elisén Pereyra.
Lo mismo les sucede en el caso del gas que también les aumentó a más del doble de lo que venían pagando. Frente a esto, el trabajador cooperativista reflexionó diciendo que “tuvimos que pensar si realmente conviene ponernos a producir y poner en marcha las máquinas o esperar y trabajar sobre los pedidos, únicamente. Y ahora estamos trabajando cuando hay algún pedido”.
En Bragado
Una situación similar se vive unos cientos de kilómetros más al norte de la Provincia. El presidente de la Cooperativa Matadero del Frigorífico Bragado, Carlos Alichili, pidió la “ayuda del Gobierno” nacional debido a las “altas subas de las tarifas”. El referente argumentó que está en juego la estabilidad de los 50 puestos de trabajo de esa empresa alimenticia.
“La situación es muy delicada para nosotros como para todas las empresas recuperadas en el país. Y le pedimos ayuda al Gobierno porque estamos a punto de cerrar debido al ajuste de las tarifas de agua y de electricidad”, dijo Alichili sobre la situación de los trabajadores en la Cooperativa Bragado, creada en 2006.
En declaraciones radiales, recordó que “la situación es muy delicada para los más de 22.000 trabajadores de las empresas recuperadas de todo el país”.
Ante una consulta, dijo que están trabajando “con una producción al 50 por ciento menos que hace 7 u 8 meses” a la vez que recordó que “en 2006 se carneaban 1.200 vacunos por semana, 180.000 a 190.000 kilos por semana procesados, hoy en día podemos llegar solamente a los 80.000 kilos semanales, matando 400 animales”.
Para Alichili, “a otras empresas o fábricas recuperadas de Moreno, de Cañuelas, o de Quilmes les está pasando lo mismo, una situación económica que es asfixiante y van derecho al cierre de las persianas. Vivimos una situación realmente grave y en el caso nuestro yo le calculo en un mes, mes y medio, no vamos a tener otra alternativa que cerrar el frigorífico”.