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Comienza lo más difícil de su misión: dar 37 órbitas alrededor de Júpiter, a una distancia de las nubes jovianas de 5.000 kilómetros, porque los equipos de Juno estarán expuestos a una gran dosis de radiación, que equivale a 100 millones de radiografías dentales. Para evitar daños en sus equipos, esta sonda tiene una armadura de titanio de 172 kilos, que los científicos esperan pueda aguantar durante los 20 meses de misión.
Objetivos
Esta nave espacial no tripulada fue lanzada desde el centro espacial de Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos) hace cinco años.
Los científicos están muy interesados en estudiar de cerca Júpiter, por varios motivos. Primero: para averiguar si este planeta tiene un núcleo rocoso. Segundo: para poder calcular cuánta cantidad de agua contiene su atmósfera, una cifra que es clave para determinar en qué lugar del sistema solar se formó y cómo esto pudo afectar a la evolución de la vida en la Tierra.
"Estamos aprendiendo sobre cómo se formó Júpiter y esto nos habla de nuestra propia historia y de dónde venimos", ha explicado a la prensa Scott Bolton, del Instituto de Investigación del Suroeste en San Antonio y uno de los científicos principales de esta misión de la NASA.
Además, Júpiter es importante para nosotros porque su inmensa fuerza de gravedad (no hay que olvidar que es el planeta más grande del sistema solar y que su masa es el doble que la del resto juntos) ha ayudado a la Tierra como escudo protector frente al bombardeo de cometas y asteroides.
Sólo otra nave espacial de la NASA, Galileo, se ha acercado tanto a Júpiter, que está situado a unos 860 millones de kilómetros de la Tierra.
Fuente: http://cadenaser.com/